martes, 2 de agosto de 2011

El vino

La noche susurra tranquilo.
De vez en cuando
algún sonido industrial
rompe la quietud
que es en realidad un fluir
de las nubes
a través de la luna.

Cuando hay viento,
los árboles se bambolean
de izquierda a derecha
como queriendo decir
"sigo aquí".

Una copa,
y el gozo
llega al olfato,
al gusto,
a la vista.

La noche se inunda
               de paz
y mi sangre se vuelve
                   torrente
que inunda mi cuerpo.

La locura

Soy imaginario.

El agua,
el aire,
la tierra,
se funden
en el sueño de mi desidia.
No puedo volar.
no puedo encontrar
mi cuerpo en medio
de la noche de los tiempos.

La noble madera
olorosa y oscura,
lava mi espíritu
y escucho las voces
de mis ojos
mirando al cielo.