miércoles, 19 de enero de 2011

                          Las aves cantan
                                sobre las altas ramas
                   de los cerezos

jueves, 13 de enero de 2011

Un viaje de vuelta

Calla, amor mío; calla.
Deja que me hable tu silencio;
deja que tus lágrimas rotundas
inunden mi cuerpo.

Deja que mis manos
recuerden tu rostro;
deja que mi boca
encuentre tus labios.

Déjame palpar tus ojos,
déjame sentir tu aliento.
Déjame llevarte a cuestas,
déjame llevarte dentro.

Deja que pasen las horas,
deja que se pase el tiempo;
deja que tu rostro sienta
la suave caricia del viento.
Yo sé que a veces me extrañas,
yo sé que sientes que la vida se te escapa,
y en cada suspiro sientes tu último aliento.
Sé que tu pensamiento se ha adherido a mi cuerpo,
que sin darte cuentas dices ─Te amo.─.
Sé que entonces lloras a lágrima viva
y corres sin rumbo a mi encuentro.

Sé que en las noches tus ojos se cierran
con ese aire triste de astro entreabierto;
es eco de tus lágrimas retumba en tus manos
y tus manos revolotean persiguiendo un momento.

miércoles, 12 de enero de 2011

Reencuentro

Ahí estuve. Tuve la cautela de llegar prudentemente tarde. Te busqué y no estabas, pensé.Te habías ido ya, pensé. Quizás aquel rostro que recordaba como tuyo era el producto de largas idealizaciones. Quizás miraba hacia otro lado mientras explorabas mi rostro desconocido. No te culpo. Ni yo mismo me reconozco. Y de pronto ahí estabas. Me detuve. Me miraste. Dudaste. Dudaste por un momento. Ahí estábamos. Los dos. Como un reencuentro. Extendí mis dedos, pero  no pude palpar tu rostro. Ahí estábamos, invisibles el uno al otro: indetectables. Entre nosotros alguna suerte de cristal. Había en ello mucho de complicidad. Sabíamos; siempre sabemos. Nos encontramos. Presentíamos nuestra presencia. No quisiste hallarme, yo no quise que me hallaras. Mi corazón palpitaba vigorosamente. El furor me dominaba. En cualquier momento te volverías, sonreirías y dirías ─Cuánto tiempo.─. Guardé esperanza. Aún parecías adivinar mi pensamiento entre la gente y me buscabas ahí donde no estaba. ─Será en cualquier momento─, pensé. Caminaste a las escaleras, y pensé ─Se va─. Quizás sería mi última oportunidad. Quizás, pero había que hacer honor al recuerdo. Había que olvidarnos solo para que nuestros mutuos recuerdos atormentaran nuestras memorias. Así lo planeé. Dejé que te fueras. No te volvería a ver jamás, tal como la última vez. Te alejaste y entonces revivió en mi la vena de lo idiota. Aquello que tú y yo sabemos compartimos desganadamente con el resto de los seres humanos. En nosotros es diferente. Así tiene que ser. Caminabas pausadamente, como si quisieras que te siguiera. Caminabas. Esperé a que tu cabeza desapareciera para estallar en carcajadas. En lugar de eso, corrí. Mis piernas corrieron. Grité tu nombre y grité ─Aquí estoy. Soy yo.─. Corrí. Bastarían unas cuantas palabras. El tiempo nos excusaría y todo transcurriría bien. Sonreirías, y nos pondríamos al tanto de esas nimiedades que los demás llaman vida. Corrí. Y no estabas. Te miré, y por última vez, me miraste. 

domingo, 2 de enero de 2011

Es la primera madrugada del perfecto año 2011(y digo perfecto porque hasta ahora no me ha pasado nada malo) y yo en frente de una computadora me pongo a pensar...Es muy cierto eso que dicen que ya cualquiera es escritor, pero no me preocupo demasiado porque aún faltan muchos lectores, como sea es muy tarde y mañana por la mañana tendre que levantarme para ir a reunirme con mi mamá en una iglesia a la que destesto, pero mi consuelo es que justo en este momento prenderé mi último ciarro del día, y ya podrán imaginar que aunque prometí a mamá llegar temprano es poco probable que de buena gana me pare, bañe, desayune, tome el metro, un pesero, camine y llegue con una sonrisa a un lugar donde adoran a un dios en el cual no creo y todos fingen una sonrisa hipocrita para aplacar las ansias de aceptación de unos cuantos fanáticos religiosos...Como sea no debemos empezar mal este perfecto año, asi que creo que sí; me pararé, desayunaré, tomaré un pesero y bla bla bla bla y llegaré con  una gran sonrisa disfrutando que a pesar de cualquier cosa el mañana es hoy y estamos aún vivos. Bien solo me resta decir que me gustaría hablarte Zanella...Se acercan casi dos años desde que nos hemos visto y a pesar de lo poco(o mucho que nos hemos conocido) sabes que estas constantemente presente entre los personajes que en cierta forma rodean mi vida. Feliz año nuevo.