martes, 22 de febrero de 2011

Calma

Las aves ─heridas─ cantan.
Las copas de los árboles
se desbordan en silencio.
Los sauces ─tristes─
lloran.

La calle está mojada
y el agua amortigua
mis pasos
en el aire;
llega flotando
el susurro
de la vida renaciendo.

A través del espejo
contemplo
el nuevo cielo,
y vuelo.

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