La noche susurra tranquilo.
De vez en cuando
algún sonido industrial
rompe la quietud
que es en realidad un fluir
de las nubes
a través de la luna.
Cuando hay viento,
los árboles se bambolean
de izquierda a derecha
como queriendo decir
"sigo aquí".
Una copa,
y el gozo
llega al olfato,
al gusto,
a la vista.
La noche se inunda
de paz
y mi sangre se vuelve
torrente
que inunda mi cuerpo.
2 comentarios:
Me gustan mucho tus escritos Alejandro :)
Me gustan mucho tus escritos Alejandro :)
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