La misma banquita, la misma gente curiosa, los mismos árboles, el mismo olor mezcla entre churros, café y casa vieja... El mismo sol, las mismas nubes, el mismo suelo. Qué sonrisa tan contenida en tus labios y en los míos. Qué alegría la de verte una vez más. Que impaciencia la de llegar a mi destino. Cuánto furor el de tenerte entre mis brazos. Todo como un deja vú a la inversa.
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