Sin saber por qué, me dió por escribir poesía. Quizás así puedo escribir un montón de generalidades sin que me llamen científico, o cuerdo. Puedo ponerle "verso" los mismo a media rima que a un punto y coma; a un serventesio que a una grulla de letras. Puedo poner un vaso en el baño, un grito en el cielo, o un treinta y dos de febrero en el calendario. Puedo dejar la soledad para los tontos, o el amor para los locos. El vicio para los virtuosos y la virtud para tus procos. Puedo comenzar lo mismo por el medio, que por final; al fin nadie entenderá lo que quise decir y ─con suerte─ entenderán lo que quisieran, pero no pueden decir.