lunes, 18 de enero de 2010

Calzada de Tlalpan y Churubusco

Dices que fue tonto de mi parte regalarle 2 pesos al torniquete sólo para estar otros tres minutos contigo. No es mi culpa: los minutos son como todas las cosas. Primero cuestan casi nada, y luego, que si la oferta y la demanda, que si la inflación, que si doña Licha... y así se van hasta los cielos los precios. En éstos días todo está tan caro...

Y, ¿todo para qué? ?Para esa despedida aguada, confusa? ¿Para esa despedida tan turbia, esas palabras tan parcas, tan vanas; para esa unión dactilar tan poco patética, tan dura y fría? Cuánta conciencia de ustedes, de mi, de nosotros, de ti.

Si tan sólo me hubieran dicho en qué iba a acabar la cosa, le hubiera regalado otros 4.

Hoy están tan caros los minutos...

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