domingo, 3 de enero de 2010

Te encontré sentada en el punto más álgido de nuestra terrible situación, a la orilla del viento en un mundo falso, mezcla de todas las cosas en la vicisitud de nuestros cuerpos. ¿Qué es la muerte sino la vida en este mundo raro? Ni Platón lo ha pensado así.


Busco aquí y busco allá, pero en ningún lugar parece haberse escondido mi euforia; moriremos todos de todas maneras. Entonces encuentro en esta terrible confusión una sola conclusión verdadera, que todas mis ideas están revueltas, no hay aquí ni hay allá, no estas tu ni estoy yo, y de todas formas sigo diciendo tonterías.

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