miércoles, 13 de enero de 2010

Eloí, Eloí, ¿lemá sabacthaní?

Nunca he sabido lo que tengo que hacer. Siempre voy como a la deriva, buscando la oportunidad o la casualidad. Siempre he sabido que mi camino tendría que ser por fuerza diferente al de los demás. Ojalá en realidad lo fuera.

Voy sin origen ni rumbo ni destino. Me topo otra vez con terribles ¿Para qué?. No hallo el camino, pues no se a donde voy. No sé si voy o regreso; si voy solo, o alguien quiere acompañarme. Estoy tan ciego que ya no sé nada. En qué terribles hipocresías me he metido. ¿Estar solo? No. Nunca lo he querido en realidad.

No hay comentarios: