sábado, 19 de marzo de 2011

Elegía

No hay camino de vuelta.
Hoy he visto el último mañana.
Solo quería ver la Luna,
sentir el viento...
¿Qué hay de malo en ello?

Si éstas son mis últimas palabras,
que estén llenas del gozo
que yo nunca tuve.
¡Que nadie manche
con sus lágrimas mi camino!
Que nadie llore...

Así pues, ¡Rían!
¡He muerto!

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