Lo ineluctable de lo urbano, de lo cotidiano, de lo ordinario y de lo insignificante
domingo, 16 de agosto de 2009
Égloga einsteniana
En la escura región cinética y leptónica yace un haz pequeño de existencia pura; energía febril que no se crea ni se destruye, solo fluye desde lo inmemorial a lo infinito y constantemente se transforma.
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