Cien mil ejércitos de mármol.
Cincuenta espadas de plata.
¡Cuánta atrocidad!
¡Cuánto encanto frommiano!
¡Cuánto polvo cruel la noche cruel levanta!
¡Caballos deformados a la vil doncella espantan!
¡Mil gritos endiosados a la realidad le cantan!
Cerebro obsesionado, cuya lagartija aparta.
Hastío renovado.
Madrugadas hartas.
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