martes, 22 de septiembre de 2009

De la celeridad del primer beso

"Siempre ─en el mejor de los casos─ un primer beso resulta tan repentino como fugaz. Se espera la aprobación tras un instante de duda y expetación."
Éstas palabras las dije hace ya algunos años añon, cuando ─confieso─ un beso no era otra cosa para mi que un deseo y en mi comenzaba un curioso interés romántico y poético en ésta acción.
El jueves, cuando éstas palabras estaban casi olvidadas en el fondo de un cajón ─polvorientas y en caligrafía casi jeroglífica─ cobraron un sentido casi profético. Palabra a palabra me encontré con que el amor no sólo existe, sino que está siempre presente como el pan o la gravitación.

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