No dejes que en tí descubra
el despertar de nuevas épocas;
llevame al olvido amargo
de tu boca y de tus brazos.
Primero olvida los poemas perpetuados
en un abrazo
y luego las consolaciones
entre los bullicios.
Deja que la salsa y las luces
fluyasn como agua
hacia lo inmutable y puro
de tus pasos.
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