Se sabe de Sade lo suficiente para afirmar que no era un católico devoto, un moralista cerrado y clásico ó un virginal moelo de virtud; pero si algo se le debe reconocer a esta inusual figura es su habilidad y destreza para describir con tanta belleza todo crimen y fantasía sexual que el mismo diablo imaginó (si existe el diablo), sobre todo por que el diablo debe estar demasiado ocupado en sus largas pláticas filosóficas con tantas hermosas e importantes personalidades que, sin duda alguna, no fueron aceptadas en el cielo: Darwin, Schelling, Freud, Hegel, Marx, el propio Sade, Antínoo, Alfonso X, Liliuokalami, Tagaioni Butsamatsi, Jean Daniel Cadinot, Aristóteles, Platón, Tales, Sócrates, Mao Tse Tung, Pito Pérez (muy respetable figura), Adriano, Rimbaud, Jim Morrison, etc.,etc.,etc... pero si el diablo las imaginó o no, no es asunto que en este momento me preocupe, ya luego le preguntaré cuando me una a la amplia e interesante fila de los rechazados del cielo.
Más, si bien tiene una amplia técnica para sus relatos, Sade solo se remite a la admiración de una sola clase de delitos: los sexuales; los cuales si bien pueden llegar a ser muy complacientes para quien practica esa clase de extraños placeres, no son todos los tipos de delitos, ni de males que se pueden admirar ¿Qué tiene de grande la tortura, la violación, el sadismo, el masoquismo, la fornicación, el adulterio, el asesinato, el sacrilegio y el libertinaje? ¿No son delitos iguales a la mentira, la estafa, la anarquía, el comunismo, el racismo, la burla, la gula, el odio, la hipocresía y la ignorancia? Claro que lo son, por lo cual considero que por sobretodo, Sade era un escritor limitado y especializado en un solo tema, pero bueno nadie es perfecto, pero eso lo trataremos más adelante. Esta es pues la desviación de muchos artistas, que estando hipnotizados con clichés de siempre, quedan atrapados en un solo tema y de ahí vienen los caudales de corrientes: simbolistas, romanticistas, modernistas, barrócos, realistas, etc., etc., etc... los cuales, si bien nos ayuda a organizar y distinguir las distintas obras, también convierte a los autores en monótonos y encerrados fabricantes de obras de un solo estilo ¿Qué por qué he elegido a Sade para criticar? Por que sabía que era lo que menos se esperaba en este blog romántico ( Con la excusa de Arthur), es pues que si en mi vida pienso escribir algo jamás escribiré como Sade, pero tampoco escribiré como todos los demás, no con el objeto de generar otra corriente con artistas de puro estilo y nada de sentimiento, sino para ser de toda buena corriente; no pretendo ser de corriente alguna, solo pretende escribir como siempre he querido hacerlo.
En fin, estoy algo cansado, terminaré esta entrada después.