martes, 24 de noviembre de 2009

Mátame

Mátame, que lo merezco.
Que no encontré
en tu áurea perfección
razón suficiente para
dejar de ser humano.

Mátame, que lo deseo.
Que no hay porqué
en éste enteo.

Mátame, que es justo.
Que es necesario,
que estoy adusto.

Adusto de espera
─(y desespera) dijo el poeta.
Ciego y loco.
Pudriéndome,
aquí en la acera.

No hay comentarios: