Lo ineluctable de lo urbano, de lo cotidiano, de lo ordinario y de lo insignificante
sábado, 7 de noviembre de 2009
Frío
Hiela. Penetra lentamente mis manos, mi rostro y mi cuerpo. Qué daría por estar contigo. Por dormir abrazados y vencer al frío. Por sentir tus manos más allá de mi imaginación, por rozar tu labios, por decir te amo.
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