lunes, 9 de noviembre de 2009

Olvido

A veces me pregunto si en verdad me llamo así, cuándo nací o si vivo aquí. Me pregunto si alguna vez bailé, o si alguna vez toqué la trompeta o el violín. A veces me pregunto si en verdad ésto se llama barbacoa o aquello es una ventana. Hay días en que al perro le digo puerta, a la cama tumba y al piso vacío; a la sala teatro, al comedor baño y al patio cielo, de tal modo que hay veces que me incorporo en mi tumba, miro por el perro, me doy cuenta que necesito comer; camino por el vacío hasta el teatro, voy a la cocina y como cualquier cosa en el baño, después veo esa mirada impaciente tras el umbral del perro de la sala. Entonces me decido y llevo a mi puerta a pasear por la calle.

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