Antes creía que escribía por trascendencia. Para que a los demás les gustara lo que escribo. Hoy escribo solamente por egoísmo. Sólo así puedo vertir todo lo que siento en la publicidad del Internet y liberarme de ciertas presiones que mis pensamientos ─como todo buen fluido─ ejercen equitativamente sobre mi cuerpo y demás recovecos de mi mente. Mi felicidad es directamente proporcional a la cantidad de cosas que escribo. Escribo porque no quiero sentirme encerrado dentro de mi mismo.
1 comentario:
Me encanto este fragmento =)
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