Aquí te traigo un pedazo de mi vida,
mi sonrisa carcomida,
mi cara destrozada;
mis sueños que han sido
aplastados
por el imperio de la razón;
mis manos sucias y ásperas;
mis ojos tristes que han sido
testigos de los inicios del mundo
y del fin de la vida;
mis esperanzas cansadas;
mis anhelos raídos
de tanto usarse;
mi corazón endurecido;
mis noches frías,
mi andar sin rumbo,
el hambre a secas,
el amor perdido.