Lo ineluctable de lo urbano, de lo cotidiano, de lo ordinario y de lo insignificante
sábado, 19 de junio de 2010
Sábado por la tarde
Llovía y las luces artificiales de los coches dejaban ver tu rostro mojado entre el bullicio de la noche. Y cruzábamos miradas furtivas, leves sonrisas como un beso, como un te amo; como tomarnos de la mano.