jueves, 18 de noviembre de 2010

ADIOS

La luz de la última ventana,
apunto de caer.
Como este sol otoñal,
que se acaba de meter.
Llenando los últimos rincones,
de un largo y adios.
-momentáneo e inseguro-
Donde pronto en la obscuridad te quedarás,
sin saber e imaginar...
de cuando esa luz volverá.

Las mañanas frías.

Sucede que esta mañana, 18 de Noviembre del 2010 recordé lo importante que es actualmente un amigo.
Recordé tardes largas de poesía, vientos fuertes de placer. Y sin embargo, hoy, exactamente, ni ayer ni mañana, me di cuenta de lo importante que es hablar, que te escuchen y sobre todo que te sientan y te trasmitas con versos , hacerte inmortal.
Es por eso que, Alex, mi más mero compañero de la vida, mi pluma y libreta de escribir, vea que rotomo la publicacion de mis versos.
Transmitirme hacia el con esta poesía,
y sobretodo, se olvide la distancia.

Tambien me di cuenta que ultimamente me encuentro muy solitario, no es que lo haga concientemente, si no que pierdo la cordura, y descubro el silencio de las hojas...y cualquier objeto, que me separo de eso que me mantiene vivo: MIS AMIGOS
es por eso que gracias a Alex, me teneis aquí de vuelta para no para de escribir.

miércoles, 13 de octubre de 2010

A veces me gusta pensar que te he conseguido;
que con rozar tu sombra cuando camino tras de ti
te conozco, y me conoces.

A veces me gusta pensar que existes, que estás aquí;
que si digo tu nombre, vendrás, y que si voy, estarás.
Pero ni voy, ni te llamo.
Me oculto en la sombra esperando a que mires atrás.

martes, 12 de octubre de 2010

Plegaria

Hace mucho que descubrí el silencio. Es otra forma de sobrevivir en esta realidad tan extraña. Nunca he entendido muy bien por qué a la gente le gustan las mentiras.Tantas voces, tanta gente. Todos hablan, caminan, el cielo, los árboles. Es difícil saber cuando alguien sabe que estás ahí. Siento el viento en mi rostro. No hay mucho que hacer. Hay tanto que quisiera decir. Ellos me han amordazado. ¿Cómo puedo pedirte que estés conmigo? ¿Cómo puedo pedirte que me preguntes, que que quieras saber mi historia? ¿Cómo debería pedirte un abrazo? Debo esconderme tal vez. Tal vez para que me busques.La oscuridad, las lejanías.Todo cambia. Es una lástima que todo cambie. Quisiera abrir una puerta por donde cualquiera pudiera pasar. Hace mucho que descubrí el silencio. ¿Quieres ser mi amigo?

jueves, 30 de septiembre de 2010

La leyenda del colibrí

Fue aquel día, en que no pude encontrar mi alma. Fue entonces que me hice un rostro y te fuiste. Te convertiste en joya alada y te fuiste revoloteando. No dijiste adiós, pero supe que volverías. Desde entonces te espero aquí, parado entre toda esta gente. 

Debo decir que me cuesta trabajo sonreír. Siempre lo hago con remordimiento, pensando que en algún lugar estarás tú, tal vez triste y con frío; y yo aquí, sonriendo como idiota. A ratos mueres, resucitas, pero nunca regresas. De algún modo nunca desapareces y me pongo de luto, o de romántico y sentimental; otras veces cierro los ojos y río, tomas mi mano, y ríes, y puedo oler ese olor penetrante del tapiz sin color que adornaba tu habitación. Casi puedo tocar las teclas de aquel piano, la seda de aquella cortina, la suavidad de tu rostro. Te fuiste, es verdad. Todavía a veces abro las puertas de cualquier lugar esperando que tras de alguna estés; que sea yo quien esté llegando tarde y que nunca hayas partido. ¡Cuántas cosas hubiera hecho contigo de saber que no volverías! ¡Qué aventuras! ¡Qué idilios! ¡Cuántas historias hubiera escrito en tu piel con el furor de mis manos! Mis manos... ¡Cuántas veces te tuve entre estas manos enjutas de poeta ya sin esperanza! ¡Cuántas veces te dejé escapar! Cuántas veces...

Ojalá me cansara de esperarte. Ojalá un día despertara e hiciera las paces con tu ausencia u ojalá pudiera olvidarte. ¿Olvidarte? ¿Olvidar cómo brilla el sol? ¿Olvidar el olor de la noche, la suavidad de las rosas o la frescura del viento en el muelle? ¿Olvidar cómo cae el agua? ¿Olvidar a qué sabe la esperanza? ¿Olvidar que he vivido?

Aún recuerdo tus manos hechas como de flores tiernas, tus ojos  inundados de miel y alegría; aún recuerdo cómo reíamos sobre el pasto, cómo veíamos pasar los coches, como caminábamos, y caminábamos, y caminábamos.





viernes, 17 de septiembre de 2010

¿Qué significa seguir?

¿Olvidar?
¿Recordar?
¿Amar?
¿Creer?

¿Esperar?
¿Soñar?
¿Saber?

¿Caminar?
¿Ignorar?
¿Escoger?

viernes, 10 de septiembre de 2010

¡Ah soledad!

Tú: más mío que mi mano izquierda,
el aire triste, y caminar.

Un gota cae.
Un pedazo de luz la atraviesa.
Atrás: un árbol y una piedra.
El sueño del asceta.
Cae la doncella.

Cae una pluma, una hoja,
el profeta muere,
y atravesando su cadáver,
el cielo.

¡El cielo!

martes, 31 de agosto de 2010

[Qué tristes son las despedidas]

¡Qué tristes son las despedidas!
¡Qué fugaz la palabra en tus ojos,
qué furtivo el jamás!

¡Qué oscura la noche
condenada a la memoria
en que renace el sincretismo
de un largo viaje!

¡Qué largos los días,
qué triste la vida!

¡Qué ansia, qué pena!

!Qué larga es la espera!
He muerto y no puedo sino darte una sonrisa;
recoger flores con la mirada, y asentir con el viento.

Caminar y escuchar mis pasos,
cantar y ver latir mi corazón.

Recuerdo que antaño la gente sonreía,
que la gente daba un paso y se movía.
Recuerdo la plazuela, las carretas,
recuerdo ese primer beso.
─Solo a ti─ dijiste.

Qué triste la alegoría:
 Un gato sobre la fuente,
 una serpiente en el túnel,
 un hombro seco,
 un adiós marchito.

Qué triste la duda.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Otra vez el amor

Detente.
Una lagrima cayendo inevitablemente.
Un sueño.

¡Cuánto quiero decir!
¡Cuánto quiero olvidar!

La rosa muere
entre velos de rocío.
Una nube; la luna.

¡Oh esperanza
de las travesías
a la tierra prometida!

¡Oh tristes palabras
en tu boca ansiada!

Detento.

Por favor detente.

lunes, 16 de agosto de 2010

Quiero ser

Un resplandor octagonal
en la ventana;
ese viento que se cuela
entre las rendijas de tu alma.

Quiero ser la página central
de un libro olvidado,
la noche que se escapa
cuando llega el alba,
la rima, la letra
el silencio...

Quiero ser ese hombre
que camina,
ese tipo triste que va cantando
por la calle;
quiero ser el cielo,
la tierra,
la culpa absuelta.

Quiero ser la mañana,
una silla desnuda,
un duda con frío.

domingo, 15 de agosto de 2010

Apología

Quisiera encontrarte aquí,
caminar a través de la noche;
que mi rostro se iluminara de pronto
por una luz misteriosa
y de pronto,
(Ahí)
tu figura edificada desde tu sombra.

Horizonte

Ventrículo izquierdo, corazón abierto.
¿Es a él que buscas?
¿Aquí vuelas?
¿Aquí esperas?
¿Aquí callas?

Qué amar tan desmesurado,
qué besos tan desbocados,
qué hallar tan fortuito.

¿No es acaso, en el alba azul
de tu vientre que las llanuras
de tu ser se extienden?

(Esas olas invisibles del mar de tus ojos;
tu cabello flotando a la deriva)

Tú, pintando el cielo con los dedos.

Tu andar acompasado,
como de sombra al mediodía.

Y revivirán las sombras pálidas del olvido
en las almas.

No habrá ayer sin mañana.

Y ni si quiera el hombre podrá
salvarnos entonces.

sábado, 14 de agosto de 2010

De la tragedia de mi vida

No volví a encontrar un poema de Rubén Ruvalcaba, pero estoy seguro que ese día todos los hados se reunieron en mi favor, y es que un amor como esos que se han tenido tantos, y tal vez más extraños, son por los que vale la vida la pena. Los amores de rayo, aquellos que un día se reunen para no volverse a ver, por que a saberse que los sentimientos que no se expresan son los que se han de recordar. Ni siquiera recuerdo su nombre, pero el amor, el más sucitado de los sentimientos humanos, es el que ha movido todas las vidas. el amor es la vida real; el amor y el sexo, aquello en lo que todo el mundo piensa. Se reunen los todos en un punto; millones de historias creando creciendo cesando todo. ¡Viva la vida ! ¿Qué más me queda decir? Que viva mil veces. No hay otra cosa. Amor y sexo. Profano y cortés.

jueves, 29 de julio de 2010

Tú lo sabes

Como un árbol sin copa,
como un toro sin ruedo,
como un cielo sin nubes,
como un cobarde sin miedo.

Como un hombre sin sombra,
como una sombra sin dueño,
como una noche sin luna,
como un deseo sin veneno.

Como el mar sin espuma,
como un mudo sin secretos,
como un ayer sin mañana,
como un hoy sin recuerdo.

miércoles, 28 de julio de 2010

De la poesía

Sin saber por qué, me dió por escribir poesía. Quizás así puedo escribir un montón  de generalidades sin que me llamen científico, o cuerdo. Puedo ponerle "verso" los mismo a media rima que a un punto y coma; a un serventesio que a una grulla de letras. Puedo poner un vaso en el baño, un grito en el cielo, o un treinta y dos de febrero en el calendario. Puedo dejar la soledad para los tontos, o el amor para los locos. El vicio para los virtuosos y la virtud para tus procos. Puedo comenzar lo mismo por el medio, que por final; al fin nadie entenderá lo que quise decir y ─con suerte─ entenderán lo que quisieran, pero no pueden decir. 

martes, 27 de julio de 2010

Abrázame cuando tengas frío.
Recuerda.

El eco del poeta (fragmento)

En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre quisiera acordarme, no ha mucho que quería abandonarme de todo. Dejarme ir para no volver; deshacerme para siempre de ese tipo pedante e insoportable en el que me he convertido. Se escuchaban las olas, el viento. Olía como a mar viejo; como si siempre hubiera existido. Sentí los estragos del cigarro: ya no sabía si soñaba. Era un hermoso paisaje, sin duda. Daban ganas de verlo por una ventana.

¿Quién diría que ahí estaba yo?

Comencé a recordar el ruido lejano de las aves mientras dormía a medio día. Esa misma soledad que entonces sentía; cuando despertaba llorando y ya no veía hacia arriba. 

Hace mucho que todo aquello acabó. Quizás se me terminaron las lágrimas, o quizás morí de tristeza. No sé. Quisiera esconderme de todo; de nada. Escribir y cantar, nada más. 

sábado, 24 de julio de 2010

Mírame

Una ventana marchita,
un libro que ya no se lee,
un mudo en el campanario,

un alba por la noche
y morir al amanecer;

un misal abierto en lunes,
una carreta sin ruedas;

una sombra abandonada
con una duda moribunda;

una nota sola sobre la mesa,
un trozo de madera seca,
un ayer sin porvenir,
una tarde sin recuerdo;

una manzana mordida a medias,
un cielo sin escondite,
una esperanza sincera.

viernes, 2 de julio de 2010

¿A dónde?

¿Dónde he de buscar la verdad?
¿A dónde llevaran mis pasos
a estos tristes sentimientos de franqueza?
¿Dónde es que se perdió el destino
para dar paso a la circunstancia?
¿A dónde iremos para reencontrar
nuestras pretensiones de grandeza?
¿Qué le sucedió al aplomo
      de tus versos y tus palabras?
              (A ese acento triste con que
              arrastrabas las palabras
              sobre tu espalda;
              y soñabas con un mejor mañana.)

¿A dónde iremos para escapar de
ésta realidad tan inexorable?
¿Cómo deconstruiremos
nuestros pasos? (Las formas inherentes
                           del sentimiento minimalista)


¿A dónde iremos?

            

              ¿A dónde?



                      ¿A dónde?
Ven, vayamos a ningun lugar,
Donde nunca nos encontramos.
Perdámonos entre nosotros;
Divaguemos de Aristóteles
Y del Séneca...

Entonces me verás a los ojos
Y me dirás esos versos
Que tanto me gustan.

Ven, vayamos donde valga la pena;
Hablaremos del nunca
Y del todo haremos conclusiones.

Ya no habrá más ¿volverás?
Estaremos ahí siempre.
Tú a mi lado y yo al tuyo

Como si valiesen las cosas la pena,
Sonreiré y tu sonreirás
Siempre siempre siempre.

martes, 29 de junio de 2010

La balada del vagabundo

Aquí te traigo un pedazo de mi vida,
mi sonrisa carcomida,
mi cara destrozada;

mis sueños que han sido
                    aplastados
por el imperio de la razón;
mis manos sucias y ásperas;

mis ojos tristes que han sido
testigos de los inicios del mundo
y del fin de la vida;

mis esperanzas cansadas;
mis anhelos raídos
                      de tanto usarse;
mi corazón endurecido;

mis noches frías,
       mi andar sin rumbo,
el hambre a secas,
el amor perdido.

lunes, 28 de junio de 2010

Elegía y lamento por un amor (¿perdido?)



1. Elegía

No hay razón en razonar
de cualquier amor,
cualquier razón;
eres tú, pues, la razón
de mi vivir, de mi existir.



Ahora puedo jactarme del usufructo de mis agonías;
el recuerdo de un viacrucis bien merecido
se agolpa en mi memoria mas o menos cada tercer día;
aquellos días en que mis esfuerzos
se velaban por las noches 
a la luz de un beso inalcanzable;
de un instante acompañado de su voz.

Aquellas ansias, aquel infame deseo de no estar solo;
la imperiosa necesidad de un abrazo
y el incesante anhelo de un presente.

2. Lamento kitsch

¿Qué resurrección espera a éste amor muerto?
¿Hasta dónde llegarán los pasos infernales
de ésta extraña simpatía?
¿Qué impertérrito dilema planteará
tu compañía?

¿Quiénes serán los mártires de ésta ocasión?
¿Qué engaño tan pluscuamperfecto
han de protagonizar mis palabras más esdrújulas?
¿En dónde se encontraran de nuestras almas
las grises lúnulas?

sábado, 26 de junio de 2010

Aún se oyen a lo lejos las voces de unos días pasados perdidos y apagados por las consultas psicológicas y el mar oscuro del olvido, por lo nuevo y lo desconocido hasta ahora como si fuese la Europa descubriendo América, por todo y el todo, que el mundo es diferente cada día. Sin embargo se oyen aún, como digo a lo lejos, rumores oscuros como un tunel. Se sienten los sonidos de un Zanella al teléfono, de un Diego en las gradas, de un Maurcio en una banca. Se escucha el cálido sabor de las tardes con mis abuelos, y el sencillo ardor de aquel lugar italiano en mi cama. Todavía diviso en mi memoria, a punto de extinguirse, el complejo laberinto de las luchas con mis monstruos que ahora son en realidad parte sencilla de mi vida. Siento ya petrificadas las memorias de mis compañeros de secundaria, y de mis platónicos instantes. ¿Aún queda Rimbaud en la sangre intoxicada, ya por seratrin, ya por cocaína?¿Queda todavía ese joven emocionado por la vida tan compleja? ¿El necio e inseguro descubridor de una monótona vida? Sé que no. Profunda ansiedad me aqueja por el rápido cambio en toda mi vida. Sin saber qué más realizar sigo los esteriotipos de las personas en mi situación. Todo empieza extraño y nadie lo entiende bien. Estando una plena tarde de sábado en mi cama sugirió mi madre me bañara. En el transcurso del baño sucedió la sorpresa...¿Quién es Mauricio? Supe al instante que había leído mis mensajes. La larga agonía se prolongaría por mucho tiempo. Mi madre decepcionada lloraba cada instante como si fuese mi culpa. La escuela, que yo sabía en cierto momento habría de extinguirse, se extinguió antes de lo previsto sin yo poder hacer nada. Mi familia no se atrevió a dirigirme a bien la palabra. Nadie me comprendió. ¿Dónde estabas Mauricio cuando perdí el afán por el cada día?¿Cuando igual me dió despertar que estar dormido?¿Te encontrabas cuado una tarde ya no regresé a la banca?¿Cuando un día Andrea te dio las negras nuevas y la escuela hizo luto por mi ausencia? Sé que sí, que lloraste más por mi y que contaste los días...¿Qué es esto? te pregunté el día de mi regresó cuando Andrea lloró de alegría...Son 59 estrellas, una por cada día que no te vi...Poco después te corte, lo siento pero la falta de ti me hizo olvidarte, ya no sabías como cuando el deseo firme de tu persona me hacía cada día despertar para verte. No debí cortarte, pero a pesar de todo me sigue tu fantasma cada vez que me siento solo.

Infancia

Hoy me atacó el embate incontrolable, inefable, inexorable del sentimentalismo. También lagrimas varias, por supuesto. Descubrí una pequeña caja debajo de mi cama; no había visto la luz del día en no pocos años. Ahí tenía, escondidos, los más preciados tesoros de mi infancia; ahora olvidados con la conciencia. 

Un ala de mariposa, un carrete de hilo rojo, tres plumas de paloma, una flor seca, un cerillo bicéfalo, una ramita de fresno, una moneda brillante, un pedazo de papel, unos cuantos guijarros grises, una cáscara de nuez, el envoltorio de celofán verde de un dulce de hierbabuena y un poco de polvo de 1998.

domingo, 20 de junio de 2010

Yo también te extraño; muy a menudo. A diario. Tú voz. 2 de febrero. También el 17 de abril. Los sábados por la mañana. En Churubusco. Pienso. Mozart. Rimbaud. Francés. Un sillón... He muerto. ¿Algún día nos encontraremos?
La esperanza no se va, solo muere y queda ahí: muerta, en espera de su resurrección. 

Queda ahí, en espera de la luz que le dé vida de nuevo, de una sola palabra que le urja a levantarse de su sepulcro.

Solo hay que tener un poco de fé en la esperanza. No ha muerto (del todo).

sábado, 19 de junio de 2010

(creo que las desgracias se llevaron tambien mi orotografía) ( y mi buen gusto) (y la esperanza)
Me sorprende que despues de tantas desgracias no tenga nada que decir, o es que tal vez las desgracias se han llevado hasta eso. En fin, es sorprendente como un myspace, un amor, una amiga y un celular te cambian la vida tan rapido.

La plaza

El viento de pronto escapó de entre nuestros cuerpos abrazados. El sol iluminó dulcemente tu rostro y las hojas caían con ceremonia hasta el piso de piedra. Mi mano se acercó temblorosa a tu rostro y acaricié tu barbilla justo debajo de tus labios. Te di un beso en la mejilla izquierda y me sonreíste. Dijiste tímidamente ─Gracias─. 

El portón de la iglesia se veía al fondo. Podía verse el abandono de las almas en estos días de ignorancia, indiferencia y tristeza. La gente caminaba, pero sólo éramos nosotros. 

Un extraño olor como de aforismos circundaba el aire en derredor. Dictamos las sentencias del amor en un beso, dijimos todas las palabras por decir con un te amo; te di todas mis caricias con un solo roce a tu mano.

Llegó la despedida, y no pude evitar voltear para confirmar que en realidad estabas ahí.

Ahí estabas. No había sido un sueño.

Sábado por la tarde

 Llovía y las luces artificiales de los coches dejaban ver tu rostro mojado entre el bullicio de la noche. Y cruzábamos miradas furtivas, leves sonrisas como un beso, como un te amo; como tomarnos de la mano.

lunes, 14 de junio de 2010

¿Hasta cuándo?

Esa era la pregunta. Sabía siempre lo que pasaría. De pronto me veía una vez más con nada más que mis lágrimas entre las manos. Esperar; eso quedaba. Esperar.

Siempre dije: seré feliz; y lo intentaba. Dejé a un lado el orgullo, la dignidad y me entregué por completo al destino, al azar completo que ofrece la ignorancia propia y la demónica sapiencia ajena. Poco a poco me convertí. Odié todo, a todos; por el simple hecho de ser todo como era. Sabía siempre lo que pasaría.

Ahora todo es distinto.

¿No mejor acaso que estar enfermo de odio y rencor, el estar enfermo de amor?

viernes, 11 de junio de 2010

No puedes verme;
no puedes imaginarme aquí,
sentado con la Luna
junto a la ventana.

Viendo mis pies descalzos
y persiguiendo tu olor
en un trozo de tela.

Víctima de clichés intelectuales,
volando en las notas tristes
de un blues menor hasta tu lecho;

haciendo navegar flores rojas 
con mis dedos,
abrazando con ahínco a la almohada,
esperando el instante en que sus burdos bordes
se transformen en tus brazos,
en tu voz, o en tus labios.

Algún día será, cuando nuestros encuentros
no se remitan a algún viernes por la tarde;
cuando tus manos de poeta,
tus ojos vaticinantes,
y tus labios de irremediable soñador
no sean un recuerdo,
un anhelo para otro día.

Y entonces la noche no será una despedida.

miércoles, 9 de junio de 2010

Lumos

¿Alguna vez has querido tener una esperanza?
¿Alguna vez te has sentido realmente solo?
¿No fue entonces que supiste lo que realmente era querer ser feliz?

Fue entonces que quise buscar dentro de mi, pero me asustó lo que quizás podría encontrar. Amortigüé mis preguntas con la almohada y me decidí a creer en las mentiras como si de verdades ineludibles se trataran. Alabé las palabras y quise resistir a pesar de los desengaños.

Nadie más podía llegar hasta ahí. De eso estaba totalmente seguro. Solo nos quedábamos tu y yo y tu imagen idealizada. Quizás fueras capaz. Quizás.

La gente diría ─Qué feliz ha de ser─ y yo respondería con una sonrisa.

Sabía ─sin embargo─ que un día amanecería solo y amordazado.

Aún ahora lamento que las cosas no hayan sido de otra manera. Que nuestras pretensiones no hubieran sido tan poco fantásticas, que hubiéramos podido huir de nosotros mismos como de nuestra realidad. Después de todo, algún día tenía que terminar.

La felicidad

Hace mucho que había renunciado a mis intenciones deterministas, en especial en lo que respecta a temas demasiado universales: Dormir ocho horas, beber mucha agua, caminar 30 minutos al día, que el respeto, la solidaridad, el nacionalismo...

En estos días nos volvemos cada vez más asiduos de los pretextos científicos y especialmente vulnerables a las estadísticas. He notado con tristeza que la abnegación ha desaparecido, y en su lugar tenemos planes y metas. Aspiramos a un mejor mañana, a un mejor país, a un mejor nosotros.

No sé, quizás la clave está en la ignorancia, ya accidental o intencional.

Yo solo sé que no sé nada. Yo sólo sé que no quiero saber nada.

martes, 8 de junio de 2010

Esperar


La ventana, las aves,
el viento, el silencio.
Tu cabeza en mi pecho,
mi mano en tu pelo;

el suave murmullo
de las hojas al viento;
el débil rumor
de nuestro pensamiento.






sábado, 29 de mayo de 2010

Volar

Somos mártires.
Nos toman de la mano,
y nos crucifican.

Cantamos a la libertad,
e inermes soportamos
nuestro suplicio.

Abnegados contemplamos
nuestros rostros tristes
y desesperados.

Nuestros pies descalzos
y con llagas
recorren el camino
hacia nuestra perdición.

Escupan nuestros rostros,
perforen nuestras costillas
y forzen el arrepentimiento
sincero en nuestros pensamientos.

Nosotros sonreiremos.

jueves, 27 de mayo de 2010

Eres


La calma de mis días,
la diástole de mis pensamientos,
la declinación de mi filosofía,
la perdición de mi egoísmo,
el renacer de mi poesía,
la evolución constante,
el olvido del olvido,
la derrota de la soledad,
la fuerza en mis pasos,
la vida en mi respirar.


sábado, 1 de mayo de 2010

Dime, ¿qué quieres que sea?
Eso seré.

¿Quieres que muera?
Moriré

¿Quieres que sea?
Seré.

¿Lo entiendes?
Daré lo que quieras.
Quiéreme.

Siempre esperando a que termine,
encuentro una más.

¿No fue acaso un buen momento?

sábado, 10 de abril de 2010

El ocaso de la fé (fragmento)

Lo miré a los ojos y pude ver mi propio rostro reflejado en los suyos. Sonrió y de pronto todo ─yo, la silla, la habitación y la ventana vacía─ parecía precipitarse a sus pupilas. Sentí cada átomo de mi cuerpo pasar a través de él tan rápidamente que todo aquello fuera del alcance de mis ojos parecía desacelerarse al infinito, convirtiendo el tiempo en algo casi tangible.

De un momento a otro estaba en mi cama. No podría asegurar que había sido un sueño. Tampoco parecía real.

Me incorporé y me toqué la cara, esperando encontrar un agujero extraño en lugar de mi nariz. Todo estaba en su lugar.

Debían ser las seis de la tarde. La luz del Sol se filtraba a través de las cortinas de gasa blanca e iluminaba las micelas de polvo que bailaban traviesamente frente a la ventana, tiñéndolas de rojos anaranjados que me recordaban aquellas tardes en el parque.

martes, 6 de abril de 2010

Océano

Tú, testigo omnividente,
confiable predilección de mis
días más tenebrosos,
amable consuelo
de mis penas.

Tu nombre atesorado
ha sucumbido
a la crueldad de tu humanidad.

¿Todo ha terminado?

sábado, 3 de abril de 2010

Los árboles

Mira cómo revolotean,
cómo se rinden,
cómo se arrancan.

Cómo sonríen
con tan ciega furia
y cómo contemplan
el cielo con ansias.

Mira cómo se agitan
con tal dulce hipocresía,
cómo se mueren
y resucitan;
cómo se deshacen
en llantos
y melancolía.

lunes, 29 de marzo de 2010

Dime

¿Quiénes somos?

¿Quién doblega nuestra paz?

¿Quién ha arrancado impunemente
nuestros sueños de raíz?

¿Quién sonríe por nosotros,
quién nos ama?

sábado, 27 de marzo de 2010

Atardecer

Yo soy.

Duermo tormentosamente
sobre la punta de aquel árbol decrépito.

Bombardean mi casa,
mi templo
y mi alegría.

Los gorjeos suaves de las aves
se transforman en rugidos infernales:
en trompetas terribles
anunciando el final de los días.

Despierto mientras caigo.

Aterrizo

y me encuentro con extraños parajes
grises y empolvados.

El cielo de satánica iridiscencia
se cierne sobre nosotros,

la lluvia pinta en el sueño gris
cuadros ignotos
de pasión y dolor.

¿Qué hago?

Soy demasiado cobarde para seguir viviendo,
pero también para morir.

Mátame!

(Creo estar en el suelo, pero sigo cayendo.)

Todos los muertos se acercan.

Me tienden la mano y regurgitan

(sobre mi),


miénten y aman al porvenir,
a mi, a nosotros.

Luego se ríen burlonamente,
me escupen y me abrazan.

─Lamento no poder ayudarte─ dije entonces.

Y quise despertar, pero no pude.

sábado, 20 de febrero de 2010

No eres tú, soy yo

Soy yo que me despierto por las noches
diciendo tu nombre,
que amanezco con lágrimas en los ojos
cada mañana.
Soy yo, adivinando entre tus palabras
alguna señal de partida hacia todas partes.

Soy yo que poco a poco
─y en silencio─
voy llenando mi corazón
con un poquito de ti
en cada tarde.

Ya estamos aquí.
¿Qué sigue?

No te sientas mal.
No eres tú, soy yo.

martes, 26 de enero de 2010

Y sin embargo.

Cada que te miro, me pasa.
Llega a brillar mi mirada
y sin embargo para ti no ës nada.

Llegaremos a decir una o dos palabras
y mi boca se quedará muerta,
intacta.
Y sin embargo la busco,
para más palabras;
no me tocas,
pero sentir tu aliento es
revivir,
sentir,
saber que puedo amar.

No seré nada,
pero tu para mi:
mi vida,
mi alma;
tu belleza.
Y sin embargo,
te sigo,
escribo,
aqui sigo.

domingo, 24 de enero de 2010

Fortuna inexistente

Fortuna para muchos
desfortuna a lo injusto,
como quien pierde unas llaves - desfortuna-
como quien las encuentra que fortuna espera.
Fortuna inexistente,
fortuna el haber dormido (a tu lado)
-desfortuna- el haber despertado,ya
te habias marchado.

Sombra

Sombra, que llegas,
habitas, apagas;
destruyes.

sombra que llegas,
almas entierras,
¿soy yo?, ¿quién sigue?
¿quién eres?.

Sombra que me entierras,
ENTERRADO me encontraste:
llego antes mi muerte.

viernes, 22 de enero de 2010

No hay remedio

Tengo que hablar de lo que puede ser, de que a veces es, de lo que no fue, de lo que pudo ser, de lo que me gustaría que fuera, de lo que parece ser, de lo que no es, de lo que no será... No sé si algún día pueda hablar de lo que es.


jueves, 21 de enero de 2010

a Alexander Reinhardt

teniendo en cuenta que mi amigo Alexander Reinhardt a tenido dificultades, te he escrito algo, que da esperanza de seguir, de volver a sonreir.

"Cuando me entra la felicidad
he visto tu mirada,
El tiempo se detuvo."

date una vuelta, seguro habra una sonrisa encantadora que te cautivará...que enamorará

Aarón

lunes, 18 de enero de 2010

Calzada de Tlalpan y Churubusco

Dices que fue tonto de mi parte regalarle 2 pesos al torniquete sólo para estar otros tres minutos contigo. No es mi culpa: los minutos son como todas las cosas. Primero cuestan casi nada, y luego, que si la oferta y la demanda, que si la inflación, que si doña Licha... y así se van hasta los cielos los precios. En éstos días todo está tan caro...

Y, ¿todo para qué? ?Para esa despedida aguada, confusa? ¿Para esa despedida tan turbia, esas palabras tan parcas, tan vanas; para esa unión dactilar tan poco patética, tan dura y fría? Cuánta conciencia de ustedes, de mi, de nosotros, de ti.

Si tan sólo me hubieran dicho en qué iba a acabar la cosa, le hubiera regalado otros 4.

Hoy están tan caros los minutos...

Hoy es miércoles, o martes, no sé

Los días son unos tontos juguetones, así como Dios. Viven en un caótico disfraz de ordenados y siempre periódicos. A veces llegan disfrazados de otros y confunden a todos: desaparecen bodas, te hacen llegar tarde a una cita inexistente o en su defecto tan real que es tangible, y tan tangible que espanta.

Hey there, Lucy!

Las minúsculas de intencionalidad incierta me perturban mucho. Y es que en estos días ya no se sabe si se dijo bien, o si la poeticidad radica en la errata, o en la traición de las propias letras. Ya no se puede cometer un error a gusto. Esto es un gaje del oficio (el del inteligente, que no es de mayor mérito que el de bufón ni de menor remisón que el de idiota ni de mayor voluntariado que el de pobre) que todos debemos sufrir. Ya no se sabe si no respondemos porque no queremos, o si no queremos saber o si sencillamente no sabemos. Ya no se puede saber si esa falta está puesta o en verdad falta. Es bastante incierto si pensamos todo lo que hacemos o nos hemos dado cuenta de la inutilidad de hacerlo. Por mi parte cada vez me convenzo más de que yo no sé nada de nada ni nadie. Por eso es mejor preguntar.

domingo, 17 de enero de 2010

Tómate un café conmigo

Hoy, o cualquier día. Aquí en la esquina o allá en Coyoacán. Platiquemos un rato, mirémonos; tomémonos de las manos y murmuremos cosas que algún día recordemos con gusto y añoranza. Pídeme lo que quieras. Pónme a prueba. Mírame y pregunta. Caminemos abrazados, de la mano o juntos nada más, comamos un helado de esos que trae el trenecito, después te cantaré algunas canciones de amor en aquel viejo piano con el si bemol que suena a campana de catedral. Anda, tómate un café conmigo. Escápate un rato de tu madre o de tu profe y sentémonos tranquilamente. Tu un capuccino, yo un espresso.

viernes, 15 de enero de 2010

No quiero conmoverte, pues lo que digo lo digo porque hay que decirlo. En cambio dudo si lo que veo es indiferencia. No lo creo, pero aún así no entiendo. Últimamente me da por hacerme el que no entiende; más bien es miedo. Es raro que sea yo quien lo diga, pero cualquiera que guste un poco de las ciencias y de las lecturas de Freud, Kinsey y Rimbaud podría decirlo también. Yo no soy amante a la Sabines: no encuentro, pero tampoco busco: espero.

A Monsieur Rimbaud
La mejor manera de saber la verdad es hacer como que ya se sabe.
Sé que nunca fuiste mío
Sé que nunca lo serás
Solo fui un amor pasajero
Algo que olvidaste ya

Ha pasado mucho tiempo
Desde la ultima vez en que te ví
Solo que te encontrado
En los recuerdos de lo que viví

Algún día tal vez te vuelva a ver
En las casualidades de esta loca vida..

(En este momento fue cuando mi creatividad se fue)

Al "guapo" que no veía desde hace mucho tiempo.

miércoles, 13 de enero de 2010

Me gustaría terminar con las brevedades, decir todo lo que tengo por decir y olvidarme de ello.

Eloí, Eloí, ¿lemá sabacthaní?

Nunca he sabido lo que tengo que hacer. Siempre voy como a la deriva, buscando la oportunidad o la casualidad. Siempre he sabido que mi camino tendría que ser por fuerza diferente al de los demás. Ojalá en realidad lo fuera.

Voy sin origen ni rumbo ni destino. Me topo otra vez con terribles ¿Para qué?. No hallo el camino, pues no se a donde voy. No sé si voy o regreso; si voy solo, o alguien quiere acompañarme. Estoy tan ciego que ya no sé nada. En qué terribles hipocresías me he metido. ¿Estar solo? No. Nunca lo he querido en realidad.

jueves, 7 de enero de 2010

Aún recuerdo el primer periódico que leí como si de el primer beso se tratara. Tenía muchas noticias y así me gustaba mucho. Aún lo recuerdo y aún me gusta mucho.

Crepusculos

Para que hoy a todos se les hizo tarde. No sé si es cosa de que la muerte ande rondando, pero todo parece más triste y todos parecen más idiotas, incluido yo. Debía ir al entierro de mi abuelo, pero la verdad no supe ni por qué no fui.

martes, 5 de enero de 2010

Untemporary angel

Since the very begining, He wanted something to bring joy to the universe. Then He created the earth and the sky, but then they were covered by darkness and shadow. Then he said: Let there be light, and there was light. Then he saw that the light was good, and separated the light from the darkness. Then He said: Let there be love, and there was love. And He saw that love was good, but there wasn`t enough joy in the universe. Then He said, Let us make man in our image, in our likeness, and let them rule over the fish of the sea and the birds of the air, over the livestock, over all the earth, and over all the creatures that move along the ground. But that wasn't enough.Then He took a flower, and from its petals from, He made a single angel to bring hapiness and wisdom to all of men in the earth: Jovius vidirem

domingo, 3 de enero de 2010

Sigo buscando una conclusión verdadera, pero no importa. Me hubiera sido mejor el no haber leído nada en la vida, ni haber conocido un solo museo, hubiera sido más feliz sin conocerte, ni que hubiera en toda mi vida hablado, ni el haber aprendido tal o cual cosa, ojala nunca hubiera imaginado, ni hubiera dicho poemas que nadie jamás escucharía pero que son mejores que muchos.


Sería más feliz siguiendo todos mis instintos, y amando mis impulsos; guiarme solamente por ellos sin saber que esta bien y que esta mal sin los limitantes idealistas, ni los políticos, ni los sociales, ni los religiosos, ni los familiares. Entonces vería las estrellas en las noches, y el gran sol en los días. Andaría desnudo por los campos y los madrigales. Y nada sería de nadie, y tomaría todo por mío: los campos, los soles, los astros, lo bueno y lo malo; pues no estaría encarcelado para el bien general, ni para los ricos, ni para los pobres, ni para los bellos que tanto amo, ni para los feos que tanto desprecio, ni para tal ó cual, ni para exculparnos de los pecados, ni para evitar sentir placer ó rebeldía. Sí, todo sería mío, todo…
Te encontré sentada en el punto más álgido de nuestra terrible situación, a la orilla del viento en un mundo falso, mezcla de todas las cosas en la vicisitud de nuestros cuerpos. ¿Qué es la muerte sino la vida en este mundo raro? Ni Platón lo ha pensado así.


Busco aquí y busco allá, pero en ningún lugar parece haberse escondido mi euforia; moriremos todos de todas maneras. Entonces encuentro en esta terrible confusión una sola conclusión verdadera, que todas mis ideas están revueltas, no hay aquí ni hay allá, no estas tu ni estoy yo, y de todas formas sigo diciendo tonterías.

Decepción

En todo, en nada, en lo que quieras. Debo dejar de soñar.