lunes, 28 de diciembre de 2009

De vuelta

No hay razón
en razonar
de cualquier amor
cualquier razón.
Eres tú pues la razón,
de mi vivir, de mi existir.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La ventana, la montaña

Una madrugada desperté y me di cuenta de que la montaña siempre había estado ahí (espero) tras la ventana y mi astigmatismo.

cLoSeT...

No niego que soy homosexual, más bien evito que lo usen en mi contra

martes, 22 de diciembre de 2009

O, I mean

Uno puede darle el significado que se le antoje a lo que uno le venga en gana. Una O puede ser toda la opresión social, 0 todas las vocales, o todas las letras, o todas las palabras, o todo mi amor, o simplemente todo. O, I mean.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Amor astral

¿Qué sé de ti, jardín de rosas?
Nada, que te cuento mis penas,
que eres más que la Luna,
que el Sol, que yo mismo
que el amor.
Que no eres menos
que el cenit,
o un amanecer
o el rocío.

¿Que sabría de ti, aún
si pudiera decir
el día y la noche?

¡Si tan sólo pudiera decir,
la luz que derrumbas,
la verdad que penetras,
que descubres,
que palpas
(y proclamas!)

Si tan solo pudiera decir
razón, sufismo,
necesidad.

Si tan solo pudiera
aprovechar
una
oportunidad...


Hay días en que me siento como todo un enfermo mental

domingo, 6 de diciembre de 2009

Ser o no ser

Da lo mismo:
Saber
¿Qué más da si
es igual?
¿Qué más da
si es diferente?

¿Qué más da
si es consejo
o alimento?

¿Qué más da
si nos entiende,
o nos desprecia
en secreto?

¿Qué más da
si le dicen Dios?
¿Qué más da
su omnipotencia?

¿A quién le interesa
su claridad?
¿A quién le interesa
su demencia?

¿No anunciará después de todo
el fin de los tiempos?

Así pués:

¿Qué más da?
¿A quién le interesa?



Felicidad

No es despertar,
ni volar,
ni hacerse dios a ratos.

No es ver la luna,
las estrellas
o el universo en el batir
de las alas de una mariposa.

Felicidad no es estar,
ni ser,
ni sonreír.

Felicidad es saber,
que aún hay alguien ahí.

Creer

Uno dice Planck,
Schrödinger,
cuerpo negro,
Acubierre.

¿DE QUÉ SIRVE?

Inutilidad.

¡Imaginen!

Hay mucho más allá
de partículas,
gravedad
y proteínas.

Crean.
Enloquezcan al
lado de alguien.

¿Lechuga?
¿Grillo?
¿Amor?
¿Olvido?

Vive, idiota.

viernes, 4 de diciembre de 2009

El final

La misma banquita, la misma gente curiosa, los mismos árboles, el mismo olor mezcla entre churros, café y casa vieja... El mismo sol, las mismas nubes, el mismo suelo. Qué sonrisa tan contenida en tus labios y en los míos. Qué alegría la de verte una vez más. Que impaciencia la de llegar a mi destino. Cuánto furor el de tenerte entre mis brazos. Todo como un deja vú a la inversa.

jueves, 3 de diciembre de 2009

La playa

Quizás soy yo. Cómo me gustaría tumbarme en la playa. Soñar todo el día contigo y luego perderme en el mar.

El gato

Estaba frente al espejo.

─Estás muy guapo, pero apestas─dijo a su reflejo
─Estás muy guapo─repitió para sí.

Entonces lo cargaron y lo llevaron muy lejos a comer comida de gatos.

Segundo invierno

Descansando, en las tapias.
Cantabria.
─Ten, muerto de hambre.
Come.
─¿Qué quieres?¿Mi alma? Tómala ¿Mi cuerpo? Es tuyo ¿Mi vida? Te la regalo.
Silencio.
─No. Nada.
─¿Nada?
─Tu amor.
─...
─¿Me lo das?
─No, eso no.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Poeta

Indiferencia.
Cuánto ardor ignorado,
sonrisas escondidas,
ceguera escogida,
placer tan temido,
esperanza tan mala.
Idiotez.

Creo que todos hacen cosas para que me sorprenda:

Comer el pastel con cuchara, morderme sin explicación, confundir el peso con la masa, ir al Sirloin Stockade, acabarse la leche, traerme helado, encontrarme, cerrar los baños, mencionar a José Emilio Pacheco, recordarme las clases de coro, alabarse en un trabajo de física, dar definiciones perfectas, empujarme, gritar, pedirme consejo...

martes, 1 de diciembre de 2009

De la fortuna

Desa(fortuna)damente
Des(afortunadamente)
Desafortunada(mente)
Desafortunada mente
Afortunada mente
Mente.

Keats y "Moving poetry"

La poesía no debería ser de otro modo: leerse en el camino. Al trabajo, a la escuela, a ningún lado. No soy partidario de leerla en el coche. Ni siquiera soy partidario de los coches, pero cómodamente se puede leer en un vagón del metro o en el camión. Siempre he admirado a aquellos que inermes van leyendo pese a la gente. Aunque estén siendo aplastados por una marabunta de oficinistas malolientes, o aunque estén luchando contra la cinética tan estudiada del transporte público, van leyendo.

"Poemas para leer en el tranvía"

Yo una vez vi a un señor caminando por la calle con un libro de Keats frente a sus narices. Casi atropella a un Yorkshire Terrier, pero iba leyendo.

You shouldn't

Sí, talvez no debería comer fritangas, tomar refresco, comer dulces, dormir a las tres, reprobar mate, tocar mal el piano, cantar, caminar 16 cuadras hasta la tortillería, hacer risotto para la comida, cantar canciones de Juan del Encina o de Oasis, ver películas piratas, mandar mensajes en la mesa, no hacer la tarea, perderme en mi mismo, despreciar a mis compañeros, dejar hambriento al perro y al pez, escribir un blog, pintar con acuarelas o con cualquier otra cosa, bailar...
Dicen que tampoco amarte.
Yo les digo que están locos.

Agua

LL
u
e
v
e
y

No

estás

aquí.

Diciembre

15 días.15 siglos tan eternos como 15 soles. Y ya estamos en diciembre, que se empeña en escribirse en minúsculas. No se por qué, pero se me figura que hoy es viernes. Viernes de esos de no hacer nada. De esos de ir a la escuela desganado y no ir a la fiesta en donde todos están. Viernes de esos en que llueve, en que usas ropa de invierno, no le hablas a nadie y disfrutas de un café en una banquita solitaria. No sé por qué me dan ganas de que sea Viernes ─este sí con mayúscula, por favor─. Tengo ganas de decirlo todo al viento, a ver si lo escuchas.

─Un Viernes bien cocido y con papitas a un lado, por favor.


lunes, 30 de noviembre de 2009

Would you change your mind?

No. Of course you can't. Anyone can't. Is a lot easier to die. I don't ask you to die. Maybe I should try.

Far, very far. My mind flying again (like when we where there), my spirit, the paradise. All lost. All on the back. The forgiveness. The night. Fly on the stars, float in the air, be no more but me. No memory, no thoughs. Love, pure love. Breath me. Forgive me.

domingo, 29 de noviembre de 2009

De nuevo fractales

─¿Te gustan los fractales?
─¿Que si me gustan? Me hacen vivir.

Quizás no entendió lo que quise decir, pero espero tu sí.

Fractales. Infinitos. Dos puntos en el cielo. Dos singularidades en la nada, en el todo, en tu rostro. Promesa de vida en mi corazón. Agua clara que se entreteje en el remolino del concreto y el polvo. Fractales.

Del destino

El destino es una progresión de hechos que sucesivamente se vuelven cada vez más inevitables entres sí.

sábado, 28 de noviembre de 2009

No te me envejezcas

Y es que el morir,
el amor,
no es otra cosa
que afán;
mero flotantismo.
Deseo de descubrirse en alguien más
como uno mismo,
como un nosotros,
como un polvo limpio,
fresco,
de pájaros nacientes,
de mandarina,
de miedo abajo de la cama.

Deseo...

Como cigarras,
verdes, regordetas.
Gracias de todos modos.
La ciudad, yo, la humanidad.
Todos gracias, gran creador;
gran dador de vida.

Todo cabe en una olla de tamales;
en un cloroplasto,
en todos los colores.

Ya no hablo de amor, por supuesto.

(¿Amor de rajas, de verde o de dulce?)

Puesto a secar
ya no hay de otra
sino descolgar aquel día.
Detrás de algún rellano,
en alguna banqueta,
en un banquita,
yo que sé.
Hablemos.
Descolgemos
nuestra pequeña tragedia
colgada con pinzas.
Doblemosla con cariño,
llevemosla juntos al olvido.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Triunfo

Turge,
fantasía.
Urge,
disfruta.

Pasión
de pasiones.

Da, da.
Recibir.

Praderas,
dolor.
Amor.



miércoles, 25 de noviembre de 2009

Balada

Un señor triste
espera su propia llegada.
abraza con nostalgia
un violín
que a ratos
se transforma en doncella,
pálida
y núbil.

La espera.
El odio irracional
de esperarse
a sí mismo.

No aguanta
Colapsa.

Camina
frenéticamente.
Escapa.

Escape de todo
montado en sus letras.

Volando.
Volando.
Éxtasis
de Dios.

Lengua de fuego.
Pies de mierda.

Se oculta en carreras.

Agoniza en ti.
en la huida,
en la vida.
En el eterno escalar
que merece su vida.

Ansía.
Sufre abnegado.

Me da gusto saber que aún hay emociones que debo reprimir

Paraje

De tanto no saber
ya no encuentro,
ni veo,
(siento)
ni busco.

Solo tú
y tú.

Aluminio.

Ese sabor conspicuo
que da el levantarse en la mañana,
el viajar en metro...

Las caídas son sólo para levantarse.
!Vamos!
Yo te ayudo
a levantarme.




martes, 24 de noviembre de 2009

Nostalgia a media voz

Tus manos,
enjugando lágrimas imaginarias,
la espera, a las dos y media de la tarde;
qué lástima.

Tu risa,
tímida y silente;
esperando a ser encontrada.

Tu rostro,
que mientras caminamos,
se vuelve,
y me besas,
y reímos.

Cuánto extraño
tus susurros
junto a mi oído;
tus manos suaves
tomarme de la nuca
y acercarme a ti
para eternizarnos.

Qué suave tu andar
por esa calle.
Qué tibio tu pecho
durante aquel viaje.
Qué sordo el deseo
cuando caminábamos
y caminábamos
y caminábamos.

Mátame

Mátame, que lo merezco.
Que no encontré
en tu áurea perfección
razón suficiente para
dejar de ser humano.

Mátame, que lo deseo.
Que no hay porqué
en éste enteo.

Mátame, que es justo.
Que es necesario,
que estoy adusto.

Adusto de espera
─(y desespera) dijo el poeta.
Ciego y loco.
Pudriéndome,
aquí en la acera.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Lamento

I cry your silence.
Those beatiful words
whose sound
made me happy.

I feel I die,
when you
are in silence,
in the awake
of my mistake,
when you
aren't around.

Please. Please smile.
Kill me.
But don't stay in silence.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Papillons

Soy el fruto del mal,
tómame, arráncame,
mátame.

Ríos. Cauce ardiente
de pasión yo soy.
No soy más
que el deseo.
Agonizo.
Mátame de una buena vez.

Copa de agua.
Desbordante de amor
por ti, de ti.

Ven. Regresa a mi lado,
dulce amanecer;
bendita luz del día
y la noche.




sábado, 21 de noviembre de 2009

Horizonte de sucesos, el tamaño de un hoyo negro, o por qué no aventarse en un agujero negro

(...) "Si el objeto de la crucecita fuera grandote, la estrella se hubiera estrellado" (...) "La gravedad no existe, sino hasta que te estampas en el suelo" (...) "Es más fácil escapar de la luna que de la Tierra" (o de la realidad que de la Luna) (...) "Y entonces, la pluma cae como piedra" (...) "El espacio tiempo le dice a la materia cómo moverse y la materia le dice al espacio-tiempo cómo curvarse" Mis aplausos sinceros a Alcubierre.

Lágrimas

Lloremos por las vírgenes que ya no ansían ser desvirgadas, ni nada.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Ya 19 y volvemos al principio

Querías verme. Accedí, después de todo, ¿a quién le importa la colonización de África que no sea africano? Busqué la calle que había visto ochenta veces y tras una palabra mágica tuya, la encontré. Ahí, donde dijiste, te encontré, sentado en la banqueta, con el cielo sobre tu cara, como un velo de tristeza. Vi tus ojos ─aquellos que siempre me han hechizado─ y supe que algo andaba mal. Dijiste que te había mentido y solo pude decirte que sí. No es que quisiera llorar o no lo quisiera, pero lo hice. Se desbordó todo el miedo de perderte y todo el arrepentimiento de mis ojos. Por favor, perdóname.

De mi arrogancia

Siempre lo he dicho, soy mayormente egoista; tan egoistamente altruista como alguien puede ser. No es que espere algo a cambio, sino que la satisfacción de dar es mayor a cualquiera; mi satisfacción. Lo mismo con mi instinto de supervivencia, o como sea que ésto se llame. Hacer lo necesario para seguir viviendo. Dar es siempre la mejor opción, aunque así no lo parezca cuando tienes miedo. El estúpido y racional miedo. Mentirita o mentirota, al fin y al cabo mentira. Ciertamente podría significar el fin. Mi arrogancia no llega hasta considerarme razón suficiente de nada. Es por eso que aún tengo miedo. Sólo que ahora ya no hay falacias por decir, ahora solo amor, miedo y espera.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

De nuevo la tristeza

Indudablemente se puede herir más con las palabras que no se dicen.

Vi la luz

Un 20 de Octubre. Cuánto paroxismo desde aquel lunes iridiscente de atardecer otoñal. Cuánto delirio. Cuánta verdad iluminó mis ojos. Cuánto miedo. Miedo de perderte. Idiotez, podría llamarle.

Sueño II

Aún me pregunto ¿por qué el sombrero?, ¿por qué la bufanda?. Alicia me dice que me quería coger a la señora.

If you want me to die

Kill me, not leave me.

Tengo sueño

Dormir en estos momentos no es solo innecesario, sino imperdonable. Es menesteroso que pague. Es verdad. Lo hice. Alta traición. Culpa. NO hay de otra. ¿Descaso? Ja. Eso es para quienes pueden dormir tranquilos.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Abbey Road, reloaded

Después de mi última entrada...

Me sentí algo culpable, bueno es que no es mi costumbre ser tan agresivo al escribir.

De la venganza de Ally

Como aforismos sin sentencia
como sentencias sin moral
como moral sin palabras
como palabras sin letras.




De Sade, la perfección, y la moral.

Se sabe de Sade lo suficiente para afirmar que no era un católico devoto, un moralista cerrado y clásico ó un virginal moelo de virtud; pero si algo se le debe reconocer a esta inusual figura es su habilidad y destreza para describir con tanta belleza todo crimen y fantasía sexual que el mismo diablo imaginó (si existe el diablo), sobre todo por que el diablo debe estar demasiado ocupado en sus largas pláticas filosóficas con tantas hermosas e importantes personalidades que, sin duda alguna, no fueron aceptadas en el cielo: Darwin, Schelling, Freud, Hegel, Marx, el propio Sade, Antínoo, Alfonso X, Liliuokalami, Tagaioni Butsamatsi, Jean Daniel Cadinot, Aristóteles, Platón, Tales, Sócrates, Mao Tse Tung, Pito Pérez (muy respetable figura), Adriano, Rimbaud, Jim Morrison, etc.,etc.,etc... pero si el diablo las imaginó o no, no es asunto que en este momento me preocupe, ya luego le preguntaré cuando me una a la amplia e interesante fila de los rechazados del cielo.
Más, si bien tiene una amplia técnica para sus relatos, Sade solo se remite a la admiración de una sola clase de delitos: los sexuales; los cuales si bien pueden llegar a ser muy complacientes para quien practica esa clase de extraños placeres, no son todos los tipos de delitos, ni de males que se pueden admirar ¿Qué tiene de grande la tortura, la violación, el sadismo, el masoquismo, la fornicación, el adulterio, el asesinato, el sacrilegio y el libertinaje? ¿No son delitos iguales a la mentira, la estafa, la anarquía, el comunismo, el racismo, la burla, la gula, el odio, la hipocresía y la ignorancia? Claro que lo son, por lo cual considero que por sobretodo, Sade era un escritor limitado y especializado en un solo tema, pero bueno nadie es perfecto, pero eso lo trataremos más adelante. Esta es pues la desviación de muchos artistas, que estando hipnotizados con clichés de siempre, quedan atrapados en un solo tema y de ahí vienen los caudales de corrientes: simbolistas, romanticistas, modernistas, barrócos, realistas, etc., etc., etc... los cuales, si bien nos ayuda a organizar y distinguir las distintas obras, también convierte a los autores en monótonos y encerrados fabricantes de obras de un solo estilo ¿Qué por qué he elegido a Sade para criticar? Por que sabía que era lo que menos se esperaba en este blog romántico ( Con la excusa de Arthur), es pues que si en mi vida pienso escribir algo jamás escribiré como Sade, pero tampoco escribiré como todos los demás, no con el objeto de generar otra corriente con artistas de puro estilo y nada de sentimiento, sino para ser de toda buena corriente; no pretendo ser de corriente alguna, solo pretende escribir como siempre he querido hacerlo.
En fin, estoy algo cansado, terminaré esta entrada después.

.

Es mejor la vida cuando la vez desde un punto demasiado indiferente.

De la esperanza




















Muere al último, mas siempre acaba por morir.


Aún conservo la esperanza

De que la fotografía este en el lado derecho.

viernes, 13 de noviembre de 2009

La muerte, amor, no es el olvido, sino la eternidad

Para ser feliz hay que morir
de vez en cuando.
Hay que sentir de cuando en cuando
la soledad, el frío.
Después estar entre tus brazos;
ser; estar contigo.

Morir...

Deberíamos morir un día de estos.
Nada más a ver que se siente.
Morir.
Ja ja ja

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Un buen poeta

Aquel que escribe de asfaltos y azoteas y no le importa. Quien desprecia la vida y se pregunta un porqué en el desayuno, otro a la hora del té y uno más en la cena.

Ansío conocerlo.

Haiku II

Sí, tu sonrisa
volando hasta la Luna
y de regreso.

Haiku I

Mientras camino
el trino de las aves
suena a tristeza.

martes, 10 de noviembre de 2009

Por el museo

Aquellas florecillas ─tan bellas como para agradar la vista y tan burdas como para no ser arrancadas─ se erguían cabizbajas en rosado luto; olían la fatua esencia de la muerte de un sabio árbol, viejo y cansado a manos de una sierra.

Era mucho más fácil saber quiénes eramos cuando el unverso era cuadrado

lunes, 9 de noviembre de 2009

Internet

A veces no le hallo mucho uso al internet
Mas que el ver la pornografía de siempre
O el observar las aburridas imágenes de siempre
Reenviar los mensajes de siempre
Siempre lo mismo
Las mismas palabras
Los mismos íconos
Nunca confie mucho en esta máquina,
Pero en vista que la tecnología no humanizó al hombre
Habra que humanizar a la tecnología

Hoy estoy confuso

y obtuso y difuso.

Olvido

A veces me pregunto si en verdad me llamo así, cuándo nací o si vivo aquí. Me pregunto si alguna vez bailé, o si alguna vez toqué la trompeta o el violín. A veces me pregunto si en verdad ésto se llama barbacoa o aquello es una ventana. Hay días en que al perro le digo puerta, a la cama tumba y al piso vacío; a la sala teatro, al comedor baño y al patio cielo, de tal modo que hay veces que me incorporo en mi tumba, miro por el perro, me doy cuenta que necesito comer; camino por el vacío hasta el teatro, voy a la cocina y como cualquier cosa en el baño, después veo esa mirada impaciente tras el umbral del perro de la sala. Entonces me decido y llevo a mi puerta a pasear por la calle.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Frío

Hiela. Penetra lentamente mis manos, mi rostro y mi cuerpo. Qué daría por estar contigo. Por dormir abrazados y vencer al frío. Por sentir tus manos más allá de mi imaginación, por rozar tu labios, por decir te amo.

Dos cositas; nada más

No sé que te podría dar. Para decirte una razón, del amarte, tendría que inventar un nuevo idioma, para decir cuánto te amo ni mil mares atravesar bastaría. No tengo nada; uno que otro poema de palabra enrevesada y otros cuantos te amo atravesados. Lo único que con derteza puedo ofrecerte son dos cosas: todo mi corazón, para quererte y toda mi vida para vivirla contigo.

viernes, 6 de noviembre de 2009

No hay quien corriendo nos alcance

No hay quien corriendo nos alcance
cuando en un abrazo volamos.

No hay quien imagine
cuánto nos amamos

ni cuánto sabemos
uno del otro
para amarnos
en tal modo.

No hay rubio tintineo
que semeje
a tus melifluos ojos

ni dulce tañido que alcance
el timbre perfecto de tu voz.

No hay más luz
que la de tu rostro.

No hay más esperanza
que la de tu voz.

No sé què hacer

No me alcanzan las palabras, ni los dedos, ni los versos
ni mis ojos para verte
ni mis manos para sentirte
ni mis labios para besarte
ni eluniverso para amarte!
no puedo!
no se que hacer!

jueves, 5 de noviembre de 2009

11

Coronada, enflorecida,
luminosa, enardecida,
ha vuelto tu amor
mi existencia,
tu existencia mi vida,
tu voz mi palabra.

Destino, misterioso
y terco,
borrado mancilla,
de amores sin dueño;
dadome vida,
quitadome el sueño;
encontrado el amor,
viviendo en ensueño.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Del morir

Se puede morir en muchas formas, unas más útiles que otras, sin duda. Se pude morir de amor, si se asiduo lector de Sabines, o se puede morir de risa si se es de Groucho Marx.
En cualquier caso la muerte supone un final, pero a mi juicio supone siempre un comienzo, cabe destacar, nunca material. Se puede morir al vivir la vida por alguien más, o al no quererla vivir por nadie; al dejar de sorprenderse o al dejar de amar.
Morir...
Sólo se equipara al vivir.

De la muerte y otros problemas ontológicos

A saberse que la muerte no es ni buena ni mala, esta es ajena a estos conceptos. La muerte es simplemente necesaria; si fuera mala podríamos escapar de ella, si fuera buena podríamos elegirla como una acción. La muerte es necesaria, y muy necesaria ¿Qué sería de la vida sin la muerte? Una verdadera tortura, un sufrimiento interminable, una monotonía omnimoda, una vicisitud maldita; por que ellas siempre van juntas, son como dos hermanas inseparables.
¿Quien odia la muerte? ese odia la vida también; sería como odiar el cancer y fumar, cosa que solo hacen los idiotas. (Hay veces que me enamoro del papel, esta no ha sido una de esas veces)

lunes, 2 de noviembre de 2009

Ayer soñé que llovía

Ayer soñé que llovía
y tomabas mi mano
y en mi oido
susurrabas "te amo".

Soñé que moríamos
y lentamente
dejábamos de existir;
y olvidábamos,
y ya no eramos
y sólo amábamos.

Ayer soñé que llovía
y tú llovías conmigo.

sábado, 31 de octubre de 2009

¿Qué me pasa?

He llegado al punto donde la pornografía empieza a aburrirme
Donde me siento mal por besar a cualquiera en una fiesta
Donde se vuelve monótona la alegría y cotidiana la inusualidad
Tal vez es que ya he sufrido demasiado para desacostumbrarme ahora
O es que cambio mucho mi vida en muy poco tiempo.

viernes, 30 de octubre de 2009

Supongo que de algún modo todos los números tienen cierto gradode parentezco con el uno.

De algunos muebles

Si se pone uno a pensar, hay cosas que forman parte de nuestra vida diaria y son ─sin embargo─ del todo superfluas.
Ayer me di cuenta de un estorbo bastante importante: la mesita de mi sala.
Hasta ahora solo se me ocurre que sirve para amontonar papeles, para pegarse en la espinilla y para que se le aflojen las patas.

De huauzotles y otras cosas más humanas

(...)Guayabas, sandías, membrillos, mentadas, sonrisas, saludos (...)
Puedo ser todo menos perfecto. Cambiante, nefasto, egoista, olvidadizo...
A veces se me olvida que te tengo, que nos tenemos. Y las aves y la luna y el sol me deprimen hasta el absurdo.
Curiosamente siempre ─en el momento preciso─ apareces tú o algo que me recuerda a ti.
─Amigos: sean felices y si no lo son, cómprense un perro: es porque están sólos.
:)

jueves, 29 de octubre de 2009

Pequña espístola nocturna

Tal vez ya lo sepas, pero te amo. Te amo como nunca habia amado (de hecho jamas habia usado ese verbo en tal forma)y como seguramente nunca lo hare. Te has vuelto todo para mi, lo que es una forma corta de decir todo lo bueno que has traido a mi vida y también lo poco que me siento merecedor de tanto amor.

En palabras sencillas, te amo. Tendría que inventar nuevas palabras y retoricas para decir lo que siento por ti. Tendria que inventar para empezar la doble afirmacion y luego tendria que hacer infinito el léxico y omnipotente mi lengua, pero no puedo. Soy humano y mis alcances limitados. Me limito a las palabras ya inventadas y a sintáxis ya formadas.

No se me ocurre mejor forma de decir cuánto te amo, que en función de lo que no puedo hacer por expresarlo.

Ni siquiera en mi onirismo suceden las palabras correctas para siquiera delinear tu ser...

En otras palabras, eres etéreo, eres casi inmaterial. De no ser porque te he tenido en mis brazos, y he besado tus labios, diria que no existes.

Espero no hayas tomado a mal lo de casi inexistente.
¡Te amo!

lunes, 26 de octubre de 2009

Antony Gormley

En el Antiguo Colegio de San Ildefonso se encuentra montada la exposición de Antony Gormley. $22.50 valieron la pena.
Sorprende un poco entrar de lleno al espacio y observar la figura de un hombre en el piso. No es lo que suele verse en los museos.
Es sorprendente cómo en un punto aplastado en el suelo la gente puede observar el tortuoso camino del artista hacia el autodescubirmiento crítico.
Al dar la vuelta para encontrarme con un montón de balas-semilla amontonadas en el suelo, me encontré con una silla, que en verdad nunca supe si era para sentarse, o era parte de la exposición ─lo mismo pasó con varios extinguidores─.
La habitación del pan me pareció maravillosamente...panil. Aunque la verdad yo hubiera usado pan integral ─o negro, en palabras de quien me acompañaba─.
La Reflection II me inquietó bastante. Hasta ese punto me parecía que el señor es un exhibicionista medio pervertido.
Cuando vi el Ferment lo único en lo que podía pensar era en cadenas de polímeros y estructuras cristalinas.
Luego llegarón algunos soldados en eterna turgencia viril, los insiders. Me inquietó particularmente el de la extrema izquierda. Parecía una sombra embarrada en medio de la sala. Parecía tan inexistente que, apenas me moviera desparecería.
Siempre he pensado en las estrellas como los vértices de una enorme poliedro tan irregular como infinito. Al parecer Gormley piensa igual que yo.

Conformismo

¡Maldigo mi espíritu filosófico! Siempre cuestiona, siempre busca, nunca encuentra...
¡Pero no! Precisamente ésto es lo que busca. Pecisamente tú eres la respuesta, la cuestión, la esencia.
Sí. Ahora puedo dejar de preguntar y sólo amarte.

Tú no eres mi cadena, sino mis alas!

domingo, 25 de octubre de 2009

Contemplando

Mientras los demás ─imberbes─ parloteaban estupideces, nosotros solamente caminábamos. Hacia ningún lugar y sin ningún proposito más que el de estar juntos.
─Engendros del mal─vociferaron una señora y sus esposo con la mirada.
Por otra parte una dulce intendente en San Ildefonso y una muchacha en el metro nos sonrieron con dulzura. Por esas personas vale la pena creer que el mundo puede ser un lugar mejor

Cascada

Me gusta cómo cae tu cuello
hasta tus hombros;
cómo salen a chorros tus brazos
y gotean suavemente tus manos.
Tus dedos.
Tus besos hasta mi frente.
Mis labios.

sábado, 24 de octubre de 2009

Agradecimiento

La sombra rondaba mi vida, mi corazón y mi mente. No podía continuar. Sólo sentía tristeza, soledad y muerte. Y en esos momentos, en que pensaba que ya solo quedaba morir, llegaste tú, me diste esperanza, me diste la luz; me diste todo lo que yo no imaginaba, lo que nunca habría pedido, me diste la vida.
Así fue que llegaste, y luego poco a poco, tras la esperanza, comencé a amarte. Poco a poco, y aún creciendo, un poco más. A cada palabra, a cada instante, a cada uno de tus besos y abrazos, a cada mirada.
Así pues sólo me queda decir: Gracias, te amo.

No es indirecta

Decir indescriptible es una buena excusa para no pensar demasiado.

¿Qué se creen?

Mi teléfono celular no tiene mucho de espectacular. Mejor dicho nada. Toma fotos ─que se quedarán para siempre en su estúpida memoria interna─; graba unas cuantas pistas de audio; recibe y hace llamadas, así como mensajes, además de unas cuantas inútiles chucherías más para hacerle al cuento.
Hace un rato apereció en su pantalla que decía "La batería que está usando no es original. No recargará. Para más información contacte a su distribuidor".
Claro está que nunca le he tocado la batería, pero ahora se niega a decirme la energía restante en la misma.
Ahora resulta que muy fino...

Tú y yo

Deseo.
Tus manos.
Frenesí.

Palpito.
Nos abrazamos.
Nuestros labios.
El cielo.
Las nubes.
Los árboles.
Nuestras manos.

No puedo detenerme

Antes creía que escribía por trascendencia. Para que a los demás les gustara lo que escribo. Hoy escribo solamente por egoísmo. Sólo así puedo vertir todo lo que siento en la publicidad del Internet y liberarme de ciertas presiones que mis pensamientos ─como todo buen fluido─ ejercen equitativamente sobre mi cuerpo y demás recovecos de mi mente. Mi felicidad es directamente proporcional a la cantidad de cosas que escribo. Escribo porque no quiero sentirme encerrado dentro de mi mismo.

Paráfrasis de una errata de Borges

─¿No va jamás al baño?
─No. No baja más al baño. Prefiere usar el de arriba.

De teléfonos

─Lo siento, mi teléfono está descompuesto.
─¿No pagaste la factura?
─Soy poeta

Me gusta...

Me gusta cuando callas, porque las palabras fluyen a través de tus labios ─mudas y danzantes─ hasta mis entrañas, porque tus ojos parecen abrirse en múltiples fractales hasta tu alma, porque en las comisuras de tus labios, que sonríen infinitamente como con cierta timidez, se dibujan suspiros y palabras y destinos.
Me gusta cuando bajas un poco la mirada sólo para poder encontrarte con mis ojos y besarme. Me gusta cuando juegas con mi cabello. Me gusta cuando de pronto sonríes y no dices nada. (...)

viernes, 23 de octubre de 2009

Por otro lado, te amo

Ya lo dije: te amo. Te amo, por que soy tremendamente egoísta. Estoy dispuesto a todo, porque tú eres todo. Por eso mismo no tengo miedo a nada ─dicho con buena retórica, tengo miedo a nada─ cuando estoy contigo, o cuando te recuerdo. Nunca me había sentido tan indiferente de los demás. No es que quiera ejercer mi derecho a que no me vean como un raro, sino que contigo me siento totalmente bien. No somos dos, somo tú y yo.

Un platano y dos sandías




Es triste observar cómo las cosas cambian; cómo en lo que uno creía se desmorona poco a poco, aún cuando se trate de uno mismo.

Me entristece profundamente ver la clase de persona en la que me convertí. Manipulé las cosas a mi antojo y mentí a diestra y siniestra sólo para divertirme un poco. Ésta me parece la mejor manera de redimirme un poco. Lo siento. Creo que no quise hacerlo.
¿Dónde quedó la benevolencia y la circunspección?
Perdón, pero no me importas más que un platano y dos sandías.

Sueño

Todo gris. Sin música. Sin ruido. La gran entrada de un gran edificio. Algunos ríen, algunos van caminando con una cara habitual de aburrimiento. Veo dos jóvenes fumando sentados en una bardilla. De pronto veo una mujer. Elegante, de abrigo largo de tweed a rombos hasta los tobillos. Gris. Sombrero extraño; como pequeñito y abombado sobre los ojos. Bufanda púrpura cuidadosamente acomodada. Zapatos púrpura.
De pronto una a una comienzan a caer del cielo, como gotas de lluvia, caen las notas de un piano.
Quiero alcanzarla. Quiero coger su bufanda. Comienzo a caminar tras ella. Todo se acelera. Corre. Corro.
─¿Por qué─ pregunto desesperadamente.
No hace caso. Sólo corre.
Llega al frente exacto de una puerta automática, y al mismo tiempo que alcanzo su bufanda y su sombrero, la puerta se abre para dejarla pasar, y cuando estaba por entrar también, se cerró.
─¿Por qué el sombrero? ¿Porqué la bufanda?

jueves, 22 de octubre de 2009

¿Cómo es posible?

¿Cómo es posible que entre tanto espacio-tiempo el nuestro coincida tanto? ¿Cómo es posible que te fueras a enamorar de un loco poeta enamorado? ¿Cómo es que el más lindo de este mundo vino a parar aquí a mis brazos?
(suspiro)
No sé. No puedo. No me alcanzan las palabras, ni los besos, ni los abrazos para pagarte todo lo bueno que me has dado. Me has salvado. Me has sacado de la abisal soledad en que me encontraba y en que lentamente moría. No te puedo ofrecer sino a mi mismo. Todo yo. Todo de mi. Todo para ti.
Tal vez pido mucho, pero solo pido una cosa: déjame amarte.

Hola

Tienes razon, a veces un hola basta. ¿Qué si pudieramos decir hola al decir silla, o decir adios cuando dices vengo?Puede haber un oceano en un nada o un nada en un universo. Se puede vaciar toda una vida en un adjetivo o adivinar la historia de un pronombre. En cualquier caso: Hola y Adiós.

So...

No tengo mucho que decir
A veces un !hola¡ basta
Así pasa...
en fin !hola¡

miércoles, 21 de octubre de 2009

Compartir

Una tarde,
un camino,
un anhelo,
un destino,

un silencio,
un olvido,
un helado,
o un vacío.

lunes, 19 de octubre de 2009

Me he decidido a escribir fé con acento o de algunas sobrevalorizaciones

Nunca he creido saber qué es el amor. Nunca he dicho amar a alguien, pues siempre me he regido por la filosofía josejosiana (al igual que muchos mexicanos) de que amar y querer no es igual. Así se establece un circulo vicioso en cual nunca amaría por ser demasiado trascendental el amor para conocerlo. Repito, nunca he creido saber qué es el amor, aunque estoy seguro de que aún cuando pudiera estar seguro sería algo aproximadamente igual a ésto. Tal vez más importantes que las desvalorizaciones son las sobrevalorizaciones. Las hay que ayudan a trascender lo común y nos plantan en el hito de lo extraordinario. Tal es el caso de amigo, amar, excelente. No hay que abusar en su uso, pues las palabras también se erosionan y quedan del todo inservibles.
Quizá una primera vez no haga daño. No pido razones ni explicaciones. No pido nada. Sólo siento. Ahora sé a que se refieren con las mentadas "mariposas en el estomago" que no es otra cosa que un coctél de serotonina mezclada con adrenalina ─ojala no esté de verdad en el estomago─. Dicho de éste modo la cosa pierde un poco de sentido, así que lo trataré de expresar mejor: te amo.

¿Por qué?


y tú
y yo cuando estoy contigo.
Nosotros,
y tus ojos,

y tú.

Por ti, amor

Por ti, amor, voy, vuelvo,
floto.

Por ti vuelo en suspiros
y versos;
por ti creo en la vida
y en destinos manifiestos.

Al fin, amor,
¿No lo merecemos?

Por ti, amor, destinos inconexos,
vértices infinitos,
adjetivos que se hacen verbo.

Tú azul mientras llueves
sobre todo.
Tú tibio entrelazándote
en mis brazos.

Por ti, amor;
amor, por ti.
Por ti deseo
y camino
y despierto;
y agonizo en sueños
y te pierdo
y no te veo.

Por ti imagino,
creo,
creo.

domingo, 18 de octubre de 2009

Del novísimo furor que en estos días se estila

Ya no está de moda morir de amor,
ni morir de ti;
ni vivir
por tu calor,
o vivir por
tu existir.

Por ti yo ni muero,
ni vivo:
solo pienso,
siento,
quiero, existo.

Por ti soy,
estoy, creo.

Yo soy.

Yo somos.

sábado, 17 de octubre de 2009

Mientras yo pensaba en otro,
Él pensaba en mi;
Mientras yo vivía por otro,
Él vivía por mi.
El otro me olvidó
Y estoy empezando a pensar
Que soy algo egoista.

viernes, 16 de octubre de 2009

Te lo diré

Te lo diré
porque quiero,
porque te quiero,
porque te extraño,
porque te busco,
porque te encuentro.

Te lo diré
aunque no encuentro
palabras para decirte tanto,
ni tanto encuentro
para decirte que te amo.

Te lo digo porque
te espero,
te lo digo porque
no hallo,
porque no encuentro,
porque no puedo.

Porque no puedo
esperar ya tanto
para decirte,
para decirte te amo.

A nadie, sólo se me ocurrió.

jueves, 15 de octubre de 2009

Luna llena

Surcos pálidos;
guías espirituales
hacia lo divino;
río de plata
y cauce dorado;
tintineo suave
de fragante
anhelo.

Suave monte
perdido;
lúnula
de lo imposible;
impasible
turba
de inocentes
márbulas
inconcientes
y ezxtertantes.

A monsieur Rimbaud.

sábado, 10 de octubre de 2009

Tras bambalinas


A veces yo mismo me hago creer que todo lo que sucede a mi alrededor está mal. A veces me cuesta creer que más allá de mi exista un mundo de ridículas dificutades infranqueables.
Es egoista, lo sé. Pensar que teniendo tanto que muchos desean, no tengo nada; que teniendo a mi lado a los mejores amigos que podría desear, me sienta solo; que desdeñe una salchicha por un gazpacho; que prefiera dormir a usar mis dos manos en crear algo que cambie a la humanidad.
Creo que ya es tiempo de esconderme de nuevo y volver a mi vida subrepticia para poder volver a ser feliz.

Me han dicho loco por tomarle fotos a Churubusco desde el carro, pero ¿Quién les dice locos a aquellos que no notan el espectacular vacío (y el vacío tan espectacular) entre la multitud de cemento y esos cuantos árboles entre la herrumbre defeña?

Deseos sobre la mesa

Sí, tal vez tenía sed o tal vez iba en busca de alguna aventura, pero creo que jamás podré saber lo que hacía ese pedazo de pan sobre el vaso de agua....

lunes, 5 de octubre de 2009

Esperándote

Los trozos rotos de mi corazón
llegaron a formar parte
del paisaje urbano
de mi habitación
─tirados en el suelo─
miesntras los observaba
tendido en mi cama,
abrazando tu recuerdo
dentro de una almohada.

El tiempo de deshebra
lentamente
y flota(ba)
sobre mi cabeza
revoloteando como
una palabra en agonía
en los labios de un poeta.

A Monsieur Rimbaud

sábado, 3 de octubre de 2009

Juramento

Juro que yo soy la víctima. ¿De quién? De mí mismo, claro. No hay alguien más que me odie tanto o que me sonsaque tantas cosas que jamás habría querido hacer. No hay alguien que me haya golpeado tanto o vejado tantas veces como yo mismo. Juro también ─confieso─ que me encuentro en un incesto incomodo e intempestuoso ─conmigo, claro, mi mas universal hermano─.


Juro que no encuentro la salida de esta prisión que es amarte. Ya no comprendo cómo es que llegué a sentir todo ésto que me libera y a la vez me aprisiona en una oleada de compulsiones libertarias hacia ninguna parte.
Juro que no quería. Que no quería ver mi vida tan complicada; que no quería tener que decidir tantas cosas en tan poco tiempo. Por supuesto me refiero a que no quería tener que lidiar con más personas aparte de mi, pero claro, ya estoy aquí, y más que irremediable se me ha vuelto necesario y hasta placentero.

Te veo

Te veo (y (ahí voy con los paréntesis (he leído que no es bueno usar demasiados paréntesis (pero no de alguna fuente confiable (es decir que lo leí en un libro (un libro es siempre muy subjetivo (excepto los de matemáticas, pero prefiero pensar que son invención del profe Roberto)))))) nos vamos, (tomados de la mano (es muy cursi, pero seguro comprendes por qué lo digo)) y cantamos juntos y regresamos mil veces (es decir que fuimos 999 veces (curioso, al revés sería 666 (pero no seamos pesimistas))) a ningún lugar y desde ninguna parte, y nos decimos mil proverbios, poemas y versos, mientras todos sufren y nosotros gozamos (sufriendo un poco de vez en cuando (para no faltar a la costumbre poética (creo que ya sé por qué me dicen melancólico (de nuevo no seamos pesimistas)))) la alegría de todo y nada a la vez; y luego vivimos y morimos unas cuantas veces y resucitamos siempre, a cada momento para no quedarnos muertos y olvidados como hacen todos los demás) y te quiero.
Te veo y te quiero.
A monsieur Rimbaud

Desalcance

¿En qué ficción reptante
nos descubrimos?
¿En qué deseo tan anhelante
tú y yo nos conocimos?
¿Cómo fue que lo ordinario,
lo coincidente
y lo febril derivaron
ésta parvada
de pavadas
desempavesadas?

Sólo se me ocurre decir:
pavada.
1. f. Manada de pavos.

A monsieur Rimbaud

I n c o n t r a r t e (no es una palabra, son algunas letras)

Necesidad de volar,
derramar...
de amar.

Falsedad pura,
que nubla
mis ojos
y mi hipotálamo.

Tus manos me curan,
aunque están tan lejos
y pienso
que después de todo
la habitación esta
bien a oscuras.

A monsieur Rimbaud

Eres

Orquídea
que desvanece
la realidad
en el camino
de la ilusión
y las fragilidades
del saber.

A monsieur Rimbaud

Ilusiones de papel (sobre la obra de teatro)

La realidad se transforma desde la fantasía a lo ineludible. Antes de poder vivir, se imagina; se crea un mundo a nuestro alrededor, que concibe y destruye verdades inefables que se desmoronan con un solo soplo del viento, o peor aún, no se destruyen.

Después de ti

Después de ti...
Déspués de ti no hay nada.

El suelo se desmorona a mis pies
en conjugaciones impertérritas
y complementos incircunstanciales.

Después de ti, la nada.

Después de ti no hay nada.

viernes, 2 de octubre de 2009

Sinónimos

Si de algo me considero un fiel ateo es de la sinonimia. No da lo mismo decir banco que silla, poeta que loco o pez que pescado.
No creo en ningún sinónimo excepto tal vez en un par que me ha parecido ridículo encontrar que su usen tan distintamente: ´Poesía y realidad.

Recordando

Un resplandor
en el ortocentro
─en la existencia
corta─ deun ocaso
iluminaba
ansioso tu rostro
entre las nubes
y rememoraba
tus versos
en el cielo.

Y la impronta
el tiempo perdido
reaparece
en el rostro
asfáltico
del Periférico.

A Monsieur Rimbaud

jueves, 1 de octubre de 2009

Preceptos para un día lluvioso

Flota, ríe, llora, canta, chifla, salta, mata, miénte, ama, lee, come, duerme, habla, grita, besa, roba, escucha, camina, observa, deténte, pregunta, responde, baila, descubre, imagina, cava, siente, muere, revive, reencarna, sufre, oscurece, llueve, odia, entristece, susurra, comparte, crea, toca, lame, escribe, vive.

Reguiletes existencialistas

Es difícil distinguir un más allá de entre un montón de girándulas agarbanzadas alrededor de las cuales giran un montón de palabrerías bien ensayadas y sentimientos anehelantes para ser sentidos. Es muy fácil ser intuitivo cuando todo te dice exactamente lo que quieres escuchar y cuando cierras tus sentidos a lo ineludible de ser un humano. Es bastante dáil también decir palabras si has pasado tu vida soñando y transfigurando la realidad a tu conveniencia.
Lo que es relativamente sencillo es adivinar entre las sombras un pasado o un presente ─incluso el deseo de un futuro─ común que te lleven a la perdición o al final de un arcoiris ─Podemos vivir inmensamente felices en el poblado de Perdición, donde hay sólo unos cuantos miles de habitantes o podemos resbalar eternamente por el arcoiris hasta toparnos con un precipicio─.
Lo que quiero decir es que "la vida es demasido complicada. Tal vezpor eso morimos. Para que ésto no sea para siempre" Dixit Monsieur Rimbaud

El porqué de cierto blog fracasado

¿Porqué el subterráneo?

A ojos de los millones de personas que lo han utilizado posiblemente no tenga nada de especial. Un montón de hojalata que te pone toda la ciudad a dos pesos de distancia. Un buen lugar para conseguir arrimones gratis y para enterarte de los éxitos del momento. Un extraordinario breviario cultural dentro del caos citadino en que aun a las dos de la tarde hay tiempo para Juan Rulfo. Un imprescindible compendio etnográfico urbano donde se encuentran personas de todos tamaños, sabores y por supuesto olores. Los microbuses son otra historia: vulgares, ruidosos hasta el hastío, incomodos y poco prácticos, además de estorbosos y feos en su mayoría.
¿Cuántas personas antes que tú habrán ocupado ese mismo asiento? ¿Cuántas conversaciones no habrán transcurrido en ese mismo vagón en que te encuentras? ¿De cuantas tragedias y amoríos no se ha dado parte en los andenes misteriosos y meditabundos o algarabiosos y concurridos?
Como cada pedazo de ésta ciudad tan inagotable, inalcanzable y cotidiana, el metro merece un buen lugar dentro de mi pensamiento.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Llueve

Llueve tu voz y los caligramas enfurecidos,
llueve el amor de los amantes moribundos
llueven bosques de agua
sobre la pasión encendida
y desenfrenada.

Llueve la oportuna oportunidad
del oportunismo oportuno.

Todo llueve.

Todo, lentamente,
muere.

martes, 22 de septiembre de 2009

Fe en la errata

Como ya se está haciendo costumbre, y apelando a la etiqueta que nos puesto a los adolescentes de cambiantes e inestables voy a corregirme a mi mismo y a expresar lo irrelevante de mi palabrería. También voy a reafirmar algo de lo que ya pensaba. Tal vez no esté tan mal y solo esté aprendiendo.
Siempre he creido que la mejor manera de que sucedan las cosas es tal como suceden, aunque muchas veces he desado que sucedieran de otra manera. ¿Qué sería de nuestra vida diaria sin todos nuestros errores? Sin duda aburrimiento. Creo que es hora de hechar abajo el ateísmo y volver a creer. Volver a tener fe. Volver a mover montañas, como dijera Monterroso. Hoy tengo fe de nuevo. No en la ventura o en felicidad, que se encuentran fortuitamente si uno tiene suerte. No en mi, que estoy en constante desequilibrio. No en los demás, a quienes jamás importaré tanto como a sí mismos (salvo honrosas excepciones que ya he confesado). No. Hablo de tener fé en la vida. En el curso inexorable de las cosas que inevitablemente nos llevarán a donde tenemos que estar. En nuestros errores que serán siempre la enseñanza y sobre todo

Locura ordinaria

"El Poeta se hace vidente por medio de un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos. " Dixit Rimbaud.
Me he dado cuenta de que se puede encontrar lo impensable en lo inimaginable, lo inaudito en lo común y lo extraordinario en lo insignificante.
Me sucede que a veces, cuando pienso que nada importa y solo voy flotando por la calle y mi cara de estar observando, observo todo aquello que nadie quiere observar. Uno de mis grandes sueños es lograr encontrar algo totalmente extraoridinario que nunca alguien haya observado pese a estar frente a sus ojos. A eso he encomendado mi tarea de músico, escritor, escultor, pintor y poeta. Sólo en esas ocasiones de trance natural ─pues me siento en total contacto con mi entorno─ me doy cuenta del chicle en la cuneta del pasillo para transbordar, del techo abovedado que hoy ha sido olvidado en el infinito espacio desde el piso hasta suelo o del nudo mal hecho de un vendedor mediocre que camina apresurado.

Ricardito

Ésta es la única cosa que publicaré en mi blog que no es de mi autoría. Lo hago sólamente porque yo no hubiera podidolo dicho mejor y por que creo que Tute ya tenía bien merecido un homenaje. Ésta es la historia tras un cartón del autor que describe mi situación actual casi a la perfección. Quienes me conozcan bien sabrán de inmediato a qué me refiero con el casi:
Era un muchacho especial, Ricardo.
Era capaz de sentir la paz de todo un camino, el perfume de
la tarde lenta y silenciosa en compañía del sol, con sólo ver una parcela de
pasto.
Sí, era muy sensible. A veces se demoraba en las canillas del
barrio y, en cuclillas, veía en cada gota lo que se desprendía, un río o un mar,
de inquietas aguas (hasta alcanzaba a sentir su sabor y su humedad en la
piel).
Una vez me dijo que en los ojos de un ave se encuentran todas
las alas y todos los cielos.
Él atravesaba nubes blancas, sobrevolaba altas montañas o
flotaba en el aire, con sólo mirar un pájaro.
El ojo de una cerradura lo convidaba con un mundo lleno de
cosas que aguardaba ser descubierto.
Era un muchacho especial, Ricardo.
Pero un buen día, pasó el amor por su ventana. Cruzaron mil
caricias y mil besos, ilusiones y fantasías, tiernos abrazos y hasta dos
hijos...
Y Ricardito sólo vio pasar a una muchacha.

Teoría general del beso

Un beso ─en el peor de los casos─ puede decir mucho más que mil palabras. Puede significar el sí definitivo o el no impensado. Puede ser un primer paso a la perdición o a la felicidad. Puede ser tan bello que sea totalmente irreal, o tan burdo que determine la vida de dos personas; tan cotidiano que se menosprecie, o tan preciado que se vanaglorie; tan buscado que se encuentre, o tan encontrado que se busque; tan glorioso que extasíe, o tan común que te disuada;tan buenos que reconforte o tan malo que te decepcione.
Podría decir que la ventana al alma de una persona son sus palabras, pero la puerta se encuentra sólo tras un beso. Podría decirlo, pero me conformaré con escribirlo.

Destino Manifiesto

Parece que tu cuerpo fuera llovizna
y que tu voz fuera la brisa
y que tu mano ligera,
mientras me acaricia
observara impaciente
los tejidos de las Moiras.

Pareciera que nos conocemos de siempre,
que nuestras manos nacieron juntas
y nuestras almas nacieron de un mismo suspiro.

Confesión en verde

La imperiosa necesidad de las palabras
se desvanece poco a poco;
los colores en el cielo nos bautizan
con un mismo nombre
y la necesidad se transforma
en espera
y en olvido.

Contemplar tu rostro
navegante entre cotidianeidades
y turbulencias expresivas
de virtuosismo sintáctico,
difumina el verde del pasto
y el oro del sol
en tu voz callada
y tus ojos impacientes.

Puentes navegantes a la perdición.
Miedos impertinentes.
Despdidas confusas.
Claras intenciones.
Y deseos vanos

De la celeridad del primer beso

"Siempre ─en el mejor de los casos─ un primer beso resulta tan repentino como fugaz. Se espera la aprobación tras un instante de duda y expetación."
Éstas palabras las dije hace ya algunos años añon, cuando ─confieso─ un beso no era otra cosa para mi que un deseo y en mi comenzaba un curioso interés romántico y poético en ésta acción.
El jueves, cuando éstas palabras estaban casi olvidadas en el fondo de un cajón ─polvorientas y en caligrafía casi jeroglífica─ cobraron un sentido casi profético. Palabra a palabra me encontré con que el amor no sólo existe, sino que está siempre presente como el pan o la gravitación.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Crónicas de una moneda

Hace algunos días encontré una moneda en un vagón del metro. Era de diez centavos y nadie parecía percatarse de su existencia. Miré a todos lados buscando a alguien que la tratara de alcanzar con la mirada, pero la pobre moneda parecía estar vagando solitaria por ese mar de gente extraña (y desconocida). La recogí y por algunos minutos la miré maravillado.
Me sonreía con gratitud, mostrando un brillo etéreo como el de las onzas de plata cuando son miradas con recelo bajo el sol de Tajín. Nadie parecía notar que yo observaba con tal detenimiento el pequeño trozo de metal. Yo, por otra parte, trataba de adivinar en sus relieves la peculiar historia que la había llevado a estar entre mis manos. Seguro que había caido del monedero distraído de una anciana que iba a comprar hongos japoneses a La Merced. O tal vez algún extraterrestre la puso ahí para monitorear el compartamiento humano (Ningún lugar mejor para hacerlo que el metro). No lo sé.
Me acomodé en mi asiento y quise guardarla en el estuche donde guardo mis plumas. Entonces, como en resistencia a la opresión de convertirseen pertenencia, rodó dede mi mano hasta quedar a escasos, pero inalcanzables 80cm de mí. Traté de vencer mi desidia , pero ni aún su extrodinario brillo lograba apartarme de mi asiento (en especial entre 50 personas de pie ansiando mi lugar y los "Corridos de Luis Rivera, 25 éxitos en formato normal; veinte pesos le vale, veinte pesos le cuesta" sonando a todo volúmen (ahora que lo pienso estaba muy caro el disco com para ser pirata)).
Entonces no pude evitar sonreír y decubrí cómo había llegado esa moneda al suelo de aquel vagón del metro.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Odisseus Núreyev

Quien sepa un poco de literatura griega, de incorrecciones inglesas y de arte en general, sabrá fácilmente a que me refiero con ese nombre, que más allá de representar un sustantivo, representa muscho de lo que veo en la persona a quien se refiere.

Lo conocí por casualidad, y rápidamente note (hablo por mi mismo porque no me ha dicho lo que él piensa) que nuestros pensamientos encajaban como las dos mitades de un limón (no quise repetir lo de la media naranja).

Hablé con él dos horas maravillosas que parecieron una conversación habitual entre dos viejos amigos. No parecía decir nada nuevo, sino que daba la impresión de que lo conocía ya bastante bien.

Tal vez me precipité un poco, pero le pedí conocernos en persona. Fue todo un relajo llegar al Cenart desde el metro (pues nunca había ido desde ahí), pero despues de 20 minutos desorientado en la Country Club, llegué a la segunda banquita frente a la tienda Petipa (jaja suena como pasito en francés) y con trabajo me acomodé con mi guitarra, mi mochila y mis cosas de educación física.

Veía pasar a cincuenta chavos con uniforme azul y fue entonces cuando comencé a desesperarme un poco. ¿Cómo sabría quién era? ¿Y si no llegaba?¿Y si me veía y se iba?

De pronto nuestras miradas se cruzaron e instintivamente supe que era él.

─¿Ale?─ dijo con una leve sonrisa en el rostro
─¿Iván?

Tras la breve presentación fue a buscar su mochila y luego caminamos hacia la Superpior de Música (lo siento, pero por ser de la UNAM ineherentemente me disguntan otras escuelas de música).

Nos acostamos en el pasto humedo (y un poco lodoso) y comenzamos a platicar no me acuerdo de qué. Despues fuimos con algunos de sus amigos a quienes me presentó.

─¿Nos regresamos para allá?─dijo al cabo de un rato refiriendose al pastito donde estábamos al inicio
─Sí

Mientras platicábamos comencé a acariciar su brazo sin otro deseo que el sincero instinto de acariciar su brazo.

─¿Te incomodo?─ pregunté para estar seguro y por cortesía
─No, para nada. Incomodidades las del metro.

Después de sus brazos comencé a acariciar su cabello, que con el reflejo del sol parecía estar hecho de luz.

El sol caía directamente sobre nuestros rostros, así que me acosté de lado. Desde esa posición lo único que veía era su rostro viendo todavía hacia el cielo.

Tras un rato (no se exactamente cuánto) él tabién se hartó del sol y se recostó sobre un costado. Nuestros rostros quedaron frente a frente, a unos 20 centímetros. Entonces comencé a rozar su barbilla con mis dedos. Cada segundo algunos milímetros desparecían febrilmente y las distancia entre nuestros rostros se acrotaba más y más sin alguna explicación razonable que no fuera el inmutable curso del destino. Ambos teníamos los ojos cerrados. Él comenzó a acariciar mis labios, mi barbilla y mi cuello con su mano al principio teblorosa y luego tierna y tibia. Cuando me di cuenta, mi nariz estaba tocando la suya. Empecé a juguetear acariciándolo con mi nariz y de pronto nuestros labios se tocaron un breve instante. Retrocedí un instante y luego sentí como mientras nuestros labios se unían, el tiempo y el espacio desaparecían a nuestro alrededor; como los sonidos se difuminaban suavemente tranfigurando las voces y los ruidos de los coches en dulce música; como flotabamos los dos por sobre todas las cosas y por sobre todos los tiempos. Nos separamos unos momentos, abrimos los ojos y pude observar a través de su pupila el despertar de una nueva oportunidad para consagrarme a alguien. Cerramos los ojos de nuevo y pude oír otra vez esa música hipnotizante. Fue entonces cuando descubrí que el hombre de mis sueños, se había convertido en el hombre de mi realidad.




martes, 15 de septiembre de 2009

Después de todo

No dejes que en tí descubra
el despertar de nuevas épocas;
llevame al olvido amargo
de tu boca y de tus brazos.

Primero olvida los poemas perpetuados
en un abrazo
y luego las consolaciones
entre los bullicios.

Deja que la salsa y las luces
fluyasn como agua
hacia lo inmutable y puro
de tus pasos.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Epílogo de una égloga urbana inconclusa

Qué cruel puede ser una sombra
en especial cuando es de uno mismo.
Él, que aborrecía las lejanías
huye al encuentro extraño del mañana.

¿Recuerdas cuando sobre el viento
nos mandábamos supiros
y en los torcidos troncos
guardábamos todos nuestros besos?

¿Recuerdas cuando acostados en el pasto
nos leíamos a Sabines
y a fuerza de desventuras
uníamos nuestros labios en consuelo?

¿Recuerdas cómo volaban mil grullas
de papel a nuestro alrededor
y suspiraban tristes
nuestros poemas de amor?

Creo que ellas ya presentían
que te marchabas,
que me marchitaba.

Recuerdo aquella tarta de frutas,
donde dijiste simultáneamente
un "lo siento"
y un "te quiero".

Recuerdo las aflicciones que
conpartíamos con el sofá,
y como se restregaba
en tu pierna
o en mi hombro.

Mis dedos aún palpitan
al ritmo de tu voz
y de tu música.

¡Olvidémos el pasado!

¡Aún podemos vivir
son las despedidas!







miércoles, 26 de agosto de 2009

¿Sueño o no?

La gente caminaba ─gris─ a través de un manto de polvo rojo parecido a aquel que levantaban las carretas en los pequeños pueblos en tiempos de la revolución.

24576836457 ─número de identificación que le había sido asignado cuando salió de su incubadora─ se escondía con temor ─temía pues había descubierto lo que era temer y aquello no gustaba a Los Pensadores─ bajo la sombra amable de un edificio en ruinas.

Desde que se había dado cuenta de que podía pensar sus propias ideas 24576836457 no tenía más que problemas. Los Utopizadores lo perseguían día y noche y sólo encontraba paz en sus propios pensamientos.

Hacía muchos días que lo habían capturado, pero aún seguía maravillado con la idea de poder imaginar y albergar otro pensamiento en su mente que el de caminar y martillar ─para eso había sido educado─.

Insistía en creerse libre y seguir huyendo de un destino evitable, aunque en realidad llevaba varias horas muerto.

domingo, 16 de agosto de 2009

Revelaciones intantáneas

De cuando en cuando
algún antropólogo idiota
se da cuenta de la obscenidad
de una flor creciendo impúdica
entre el gris asfalto.
A veces se escapa la futilidad
del rock & roll
bailado como salsa
pero inevitablemente
siempre terminan por morir
como si también
fueran humanos.

Florecillas

Debo confesar que las brevedades
me asustan y las obviedades
me exitan.

Las conversaciones parietales
me han sido suficientes
como para destrozar
los barcos
y recordar
la salvia
y el té.

Cien mil evos blancos
ya no bastan
si quisiera hacer instantes
tus dedos sobre una cuerda
o tu voz en una tarde azul.

Manifiesto

Ya no puedo olvidar
ni recordar.

La noche me aplasta
con un dulce susurro.

Tu parodia inintencional
me intriga.

Sólo sé que sigo escribiendo.

Silogismos para un disoluto

Los espejos me sonríen,
aunque creo
que están muriendo
Martillos satánicos
─de tequila y tabaco─
me arrulan
hasta el despertar etéreo
de ser feliz.
Trenes lejanos
agonizan en la espera
de la brisa
y resumen sus deseos
en destellos
y ruidos como
de jueves
por la madrugada.
Parecen susurrar
las campanas
y de pronto
callan.

Hace mucho que tus días
suenan a mis noches:
malignas como mil flores
y rojas como cien orquídeas
marchitas...

Tus noches ahora
suenan a Verlaine
o a Rimbaud.
Cuando estás solo suenan
a mariposas amarillas
negras de pudredumbre.

Los acordes ya olvidados
de un cuarteto de cuerdas
de Beethoven
─que debió sonar en la radio
de algún anciano judío
mientras comía confites─
danzan tristes y con miedo
al olvido en tus pupilas.

Pretendes querer ser poeta
y ser alegre.
Los dos sabemos
que no hay forma de ver
nuestro mundo
─¿qué más
si eso quieres ver?─
sin sentir el hedor
de las calles pisoteadas
dentro de tu cabeza.

Dolorosamente

Cuánto has logrado:
que un vil poeta
quiera parecer
un loco

que crezca infame
la razón

y la trsteza
se desvanezca
hacia éste lado
del espejo.

Poco ha servido
tanta obsesión.

Sé que eso mismo
ibas a decir,
pero nadie
te quería escuchar
ni tú lo querías decir.

Bastaron solo unas gotas
para rememorar
esos tiempos inexistentes
e ignominiosos.

Sé que éstos versos
sangran;
tal vez demasiado,

pero lo único
que te puedo regalar
es sin duda ésta caja
repleta a ratos de oscuridad
y a ratos abarrotada
de fotones descarados
y sin duda ebrios
de felicidad
por ver tus tantas caras.

Invenciones veraniegas

La certa esta enterrada,
bajo polvos de olivo
bajo olvidos de pan,
bajo un miedo aún vivo.

El cielo se vuelve de azúcar y brea.
Los pájaros devoran
sus espinas
y destrozan
sus costillas.

La afronta sigue flotando
y las flores malignas
─aún sus sombras─
la espantan.

Tú existes

El estertor de tus palabras mudas
auyenta el sino vaticinado.

Tus sonrisas de pinta absurda
abastecen los refugios
de mis cermonias.

La calle Moneda
no es más triste
sin tus pasos.

Tú existes desde
las aves paradisiacas
y las mascotas libres;
desde tus ojos grises
y tu saco de tweed venusino.

Égloga einsteniana

En la escura región
cinética y leptónica
yace un haz pequeño
de existencia pura;
energía febril
que no se crea
ni se destruye,
solo fluye
desde lo inmemorial
a lo infinito
y constantemente
se transforma.

sábado, 8 de agosto de 2009

Nocturno

Cien mil ejércitos de mármol.
Cincuenta espadas de plata.
¡Cuánta atrocidad!
¡Cuánto encanto frommiano!
¡Cuánto polvo cruel la noche cruel levanta!

¡Caballos deformados a la vil doncella espantan!
¡Mil gritos endiosados a la realidad le cantan!

Cerebro obsesionado, cuya lagartija aparta.
Hastío renovado.
Madrugadas hartas.

Cruel realidad de un jueves lluvioso por la tarde en Coyoacán

Hoy hasta las
mariposas amarillas
parecen
haber leído a Rimbaud.

jueves, 30 de julio de 2009

Alusión

"Lo increiblemente liberador de ser un mal escritor es que puedes escribir algo sin sentido y que nadie entienda y llamarlo profundo"

No se sienta aludido, Don Narciso

¿Creen que tengo razón?

"A veces pienso que escribiría mejor si escribiera más y leyera menos"

Recuerdos viajeros desde un 2 de febrero

Me emociona tu historia.
Es sorprendente saber
cuánta verdad cabe
en unas cuantas palabras.

Es verdadero tu ser
y tus versos
y tus palabras.

Palabras entreabiertas
te definirían bien.
Como ocaso,
playa
o glorieta.

Las mascaradas cobran sentido
ahora que veo
lo que ocultabas.

Susurrar en voz alta no es pecado.

No había notado nunca
cuán dulces pueden sonar
las letrassaliendo
de tu boca.

Absurda reafirmación de lo imposible

Me cautiva tu alma,
a través de tus ojos,
como dos piedras frías.
Como el albor pluvial
de un día por enero
en casa, mientras
importan solo las gotas
que caen afuera
y las que caen aquí dentro
desde mis ojos a tu indiferencia.

Me cautiva tu alma
de tez lupina
y de tristeza en plenilunio;
azotando la eternidad
de tierra mojada
y lábiles sueños
que corretean desnudos,
incónitos y subrepticios
tras una victoria ensangrentada.
Ensangrentada y olvidada.

Tus ojos en cambio
me hechizan.
Me sumergen y me ahogan
en un charco infinito
de miel hirviente
y agonizante.
Ónix omnipotente.
Claridad infinita
de fénix ecléctico.
Eco sonora de luz indecisa.
Celeste atardecer otoñal
flotando sobre hojas doradas.
Re bemol celadón.
Géminis hedonista.
Caminante transparente
miesntras el cielo exista.

En voz de un poeta: te vas
y no te detienes.
Ni la brisa,
ni la espuma.
Ni aquella tarde luminosa.

Te amo pese a tu histeria
y tus monomanías.
Pese a ser la luz de todos mis días:
de mis martes
desde la ventana
y los viernes
en las sillas;
a veces sábados
coincidentes
y domingos de ocio,
jueves obligados
y miércoles ausentes
¿O eran lunes?

Te amo porque te recuerdo
en el hñalito pálido
de sauce sollozante,
en el cartón decorado
de un encuentro semiformal,
en un haz de polvo
invisible a instantes,
en una lágrima:
redonda y perfecta,
ávida de melancolía
y pletórica de historias,
de chismes urbanos
y lamentos vanos.

Te amo no por ser quien eres,
sino por ser quien quieres.
Por huir ─conejo inteligente─
del tirano león frustrado y ciego.
Por saber desde tu vanidad
cuán superior pareces.
Por caer inerme en la trampa
de mis elogios.
Por ceder iracundo
a las garras de la pasión.

Conjetura forzada

Cuánto amor se desparrama
entre mis manos
entre mis ojos y tu boca,
cuando el ansia
de tenerte
ya no es poca.

Cuánta luz han de robar
mis versos
a tus manos infinitas,
cuánto anhelo
han de manar mis ojos
cuando ven
tu terco abrazo
perseguir materias tan finitas.

Con cuánta esperanza
te has anclado a mi espera.

Espera...

Con qué felicidad
me has hecho odiarme.

Con cuánto amor
me has destrozado.

Con qué ternura
me has
decepcionado.

Espera!

El secreto del profeta

¿Cuánto más guardaras
tu grito?

¿Cuánto más contendrás
la espera?

El éxtasis de la noche
me consume
poco a poco
y tuy mirada triste
me persigue
con ingenuidad fatal.

No es que me sepa loco
es solo que la impaciencia
ha estado aquí
desde hace poco.

Sé que sabesque te quiero,
pero tus ojos me urgen
a un irreflenable encuentro
con tus manos (tus brazos).

Sé que sabes que no olvido
y que digo poco de cierto
en las mentiras.

Sé que en unas cuantas fábulas
has resumido
el pan de cada día.

Sin duda
sé todo
de ti.

Delirio

¿Por qué la luna grita tanto?

¿Por qué no sueña como los demás
y deja de evocar
aquellas manos?

¿Por qué no deja de brillar
con brillo robado?
y ¿Por qué los astros
aún la alaban?

¿Porqué el viento
hace que la acaricia
y piensa que la quiere?

(Está lejos)

¿Por qué estrella solitaria
te alejas de repente?

¿Por qué te alejas de
la luz?

¿Por qué se senconden
tantas cosas bellas?

(Serían infames, enfermas)

¿Por qué grillos, pericos y gatos
entonan serenatas sin sentido
y luego calla al coro de estrellas
y los hace parecer distantes?

¿Por qué calla el arcoiris
y habla la pupila?
(de iridiscentes bosques grises
ciudades de celadón
y gentes de turmalina?

Ellos quieren hablar
pero el conejo
no los deja.

Quiero esperar
y volar.

jueves, 9 de julio de 2009

Sir Stanford

Todo comenzó inocentemente; algunas tardes en el parque y una que otra frase sospechosa. Poco a poco fuimos tomando confianza y ya no teníamos problema en caminar tomados de la mano (como amigos aún) o en acostarnos juntos sobre el pasto a ver pasar las nubes. Poco a poco fuimos tomando más confianza. Nuestras conversaciones estaban repletas de "te quiero mucho", "confío plenamente en ti", "qué bien te ves con esa ropa", "que bien hueles", etc.; poco a poco fuimos acercándonos más y más hasta que no parecía haber nada más por conocer uno del otro.


Me besó por primera vez en el parque. Llegó tarde a la cita, como de costumbre. Me tomó por sorpresa y me abrazo por la espalda. Llovía y nosotros peleabamos amistosamente sobre el césped, mientras le reclamaba que hubiera llegado tarde. Nuestras miradas se cruzaron de repente y nos miramos fijamente durante unos instantes. Y entoncés me besó, con celeridad que ya esperaba, luego se alejó como esperando una respuesta y la obtuvo. Lo besé ésta vez con frenesí. Solo pudo responder "Vaya, ¿ya empezó a llover?"
Continuará...

miércoles, 8 de julio de 2009

Consejos de mi abuelita

Abuelita. Así siempre la he llamado desde que tengo memoria y cuando no fue así (más bien cuando no lo escuchó así) acabo siendo un griterío del que no me gusta acordarme. Aquella fue la única ocasión en que mi abuelita me gritó: cuando la llamé abuela. Por lo demás siempre he encontrado en ella alegría y consejos.
Nunca me ha gustado pedirle nada por temor a parecer interesado, pero ella insiste en comprarmelo que necesite, lo que se me antoje o llevarme a donde sea menester. Muchas veces me ha hecho plantar los pies en la tierra. Hasta hace poco pasaba largas horas con ella, prefería estar con ella que con cualquier persona. Todo podía esperar por mi abuelita. Ningún favor era muy grande y cualquier ofensa era monumental. Después me olvidé un poco de ella. Más por circunstancias inevitables que por mi deseo. Ahora hemos retomado aquellas maravillosas pláticas sobre nada que resumen en su filosofía puramente mexicana toda la vida y el modo de vivirla.
Muchos de sus consejos y sentencias me han cautivado y marcado, pero ninguno como éste:
"Haz bien a quien puedas y no esperes nada a cambio"
Muchos libros de civismo han repetido ésta idea hasta el cansancio, por lo que nunca habia significado nada para mi; no hasta que provino de alguien real, de alguien que es capaz de vivir su vida bajo esa máxima tan beneficiosa para todos, de un ser humano.

Qué poco hemos vivido

Entre mis tantas aficiones está la de mirar por la ventana. Mi habitación tiene la mejor vista de la casa: el ficus que yo mismo planté con mi papá y la calle donde vivo, donde han acontecido toda clase de chismes, desgracias, cosas chuscas, no tan chuscas y un asesinato.


Cierto día en que mi cámara no tenía batería, observé a dos ancianos, caminando juntos, tomados de la mano, riendo y comiendo apaciblemente y con felicidad indescriptible un cono de helado. Aún ahora, que ya han pasado 5 años, aunque aquella escena no fuera en lo absoluto mía, me llena de felicidad recordar tan bella estampa. Cuando lo hago recuerdo qué tan poco sé de la vida, qué tanto me complico la existencia y cuán feliz se puede ser sin ninguna razón. No dudo que aquellos viejecillos tuvieran razones para estar apresurados, enojados, trsites o preocupados, sin embargo ahí estaban; caminando juntos por una calle desierta, disfrutando de un simple cono de helado.

Con los ojos levitantes

¿No lo entiendes? No deseo la perfección, ni deseo la felicidad. Quiero sufrir y verte llorar. Quiero que tus ojos rueguen a los míos y que nuestros destinos se separen poco a poco y se vuelvan a juntar de golpe. Quiero saber que necesitas de mi. Quiero sentirme desgarrado por dentro y saber que el único remedio a todos los males es un beso. Quiero saber que conoces más que la felicidad y las sonrisas. Quiero saber que aún eres humano y que de tus labios pueden manar a chorros gritos de furia y rabia como de ellos brotan suspiros y susurros. Quiero que no quede nada que decir y que quede todo por sentir. Quiero sentir tu amor con el más salvaje arrebato que ha conocido la humanidad. Quiero sentir un nudo en la garganta cuando sepa que nos desmoronamos.


Ésta es una paráfrasis de una entrada del blog "Los colores del arcoiris"

Reflexión incidental

Está claro que el amor verdadero viene con las despedidas. Si bien amar no es cosa fácil, lo difícil viene después: recordar, olvidar, desamar, odiar.

Los colores del olvido

¿Qué más dá si no me amas? No importa mucho si aún vemos películas juntos o caminamos bajo la lluvia en Coyoacán. ¿Qué importa si hemos perdido esa sana costumbre por llorar escuchando a Beethoven o si ya no tienes una buena razón para escabullirte de la realidad por un rato? No importa si mentiste o si yo te creí. Ya no significan nada tantas cartas, poemas y llamadas subrepticias a media noche. ¿Qué más dá si llega el día de entender que no puedo vivir sin ti? ¿Qué importa si ya no nos aventamos palomitas? Es exactamente igual si ya no escuchas mis canciones o si ya no me cantas frente a 100 personas. No importa al cabo nada, porque te amo.
Con todo mi amor a Sir Stanford (Seudónimo que conocerá quien deba)

martes, 7 de julio de 2009

La verdad es que la vida es fácil, sólo basta vivirla con alegría y convicción. Es la gente pesimista (yo incluido) quienes se empeñan en complicarla hasta el absurdo. Bien podría solucionarse todo con una sonrisa, una disculpa o en su defecto una mentada de madre.

La certidumbre no es otra cosa que miedo envuelto en seguridad; miedo de creer de nuevo, de volver a empezar, de olvidar y perdonar.
Todo ésto viene al caso por que estoy en inminente peligro de mudarme a Guadalajara. Yo no quiero; tengo mucho miedo de comenzar una nueva vida (indudablemente mejor) aquí. Me aterra alejarme de todas las personas que amo y que le han dado significado a mi vida de alguna manera (Dalay, Sir Stanford, Pollo, Fiona, Lizzie, Gavi, Jack, Yaqui y los Zanella). Me siento totalmente indefenso ante la posibilidad de alejarme del tianguis de Los Ángeles, del Mirón lascivo de la esquina, del chismoso de Don Nico, de la malencarada de la tienda de Xicotencatl, del chavo guapo del Pull & Bear, del hedor sofocante de la grasa hirviente de los tacos de a peso, de la incipiente fealdad urbana de Iztapalapa, de los elocuentes vendedores de La Merced, de los plomeros de la Catedral, de los hoteles de Tlalpan, de la señora de los perros en Puente Titla, de los Hiippies de Coyoacán, las boutiques de Polanco, las eternas filas como bancarias en Six Flags, el Danzite, el Stuffa, los peseros, el metro, los vendedores del metro, los taxistas -etnólogos amateúrs- y la multitud de limpiaparabrisas (acá también hay, pero son menos simpáticos).
No sé si sólo el miedo me detiene, o también el cielo gris que cubre nuestras chilangas cabezas.

Tu voz

Tu voz, límpido espejo
de hojas caídas,
de su canto y murmullos,
de esperanzas raídas.

Tu voz dibujando inviernos
y atardeceres en un muelle
se remite a un espacio breve
y pasisajes distantes
en lugares lejanos.

Tu voz, el fiel mensajero
de tu figura:
ígnea y prístina
como el amor
que por ti yo siento,
fugaz y transparente
cual armonías
sobre el viento
eterna y luminosa
como el sol,
como el tiempo.

Tiento en Re menor

No estoy triste,
estoy anhelante.
Mis ojos derraman lágrimas
que vuelan a tu encuentro
sobre el viento etéreo
de tus palabras
(y tus manos).

No sé qué más hacer.

El cielo esta repleto
de epifanías
y recuerdos tercos.
No hay más verdades
sobre la mesa
y tus versos
se desmoronan.

¿Es tan níveo el destino
que no susurra
más tu nombre?